Viajar a 1496 para afrontar el reto de construir una ciudad entre el monte de La Esperanza y el macizo de Anaga. Este es el punto de partido del videojuego "Aguere. La Fundación", desarrollado por Taro Somos Patrimonio en colaboración con el Ayuntamiento lagunero. Coincidiendo con el 25 aniversario de la declaración de ciudad Patrimonio de la Humanidad, Aguere estrena su propio juego interactivo para conocer el orígenes más remotos con las herramientas más modernas.
Desde la primera casa pajiza hasta la recolección de madera en los bosques y piedras en la cantera para construir calles y edificios, se invita al jugador a revivir la historia de la ciudad hasta finales del siglo XVIII. Desarrollado en colaboración con jóvenes emprendedores e historiadores de Tenerife y especialmente diseñado para PC, el videojuego propone un viaje desde los primeros días de la ciudad hasta finales del siglo XVIII. Ya está disponible en abierto y de forma gratuita.
Al ritmo de la evolución arquitectónico
Aguere no se levantó en un solo día por lo que, conforme se avanza en el videojuego, nuevas técnicas y materiales arquitectónicos van entrando en escena. "Los jugadores podrán no solo ir construyendo la ciudad, sino que lo harán desbloqueando las unidades de construcción y los principales monumentos, acordes a cada momento histórico, hasta llegar a conformar el plano trazado en 1779 por M. le Chevalier”, destaca el técnico Luana Studer, de Taro Patrimonio.
Además el videojuego recrea los espacios naturales, como las montañas que rodean la ciudad o la antigua laguna que le da nombre, donde los jugadores podrán ir incorporando todas las construcciones de acuerdo a los tipos arquitectónicos de cada periodo y empezando por viviendas de barro con techumbres de paja, talleres y desarrollo agrario.
Fachadas con historia
Desde los inicios rurales la ciudad va evolucionando hacia construcciones más complejas, incorporando edificios históricos centrales, como la Alhóndiga, la Casa de los Capitanes o el edificio del Ayuntamiento -entonces del Cabildo- así como la plaza del Adelantado o las iglesias de La Concepción y Los Remedios, recorriendo tres centurias de la historia local.
Cada nuevo logro irá acompañado de un texto descriptivo de los valores patrimoniales e históricos de los edificios que, además, aparecerán en su ubicación real actual. Esta posibilidad de vivir y crear la historia de La Laguna permitirá llegar hasta el siglo XVIII que describiera tanto Viera y Clavijo, en su Historia de Canarias, como los numerosos viajeros europeos de esta centuria.
En esta época, La Laguna aún era sede del poder político, religioso, cultural y social de Tenerife, así como centro de decisiones insular y regional, ya en un franco retroceso y que sería rematado con la designación de Santa Cruz de Tenerife como capital de la provincia única de Canarias, en 1833.