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Sociedad

Viajar a la Península para hacer la compra: la realidad de los canarios con enfermedades metabólicas

Estas familias para las que los alimentos son, en muchas ocasiones, la única medicación existente pueden llegar a gastarse 20 euros por tan solo un kilo de arroz

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Las familias canarias que tienen que comprar alimentos específicos tienen que viajar a la Península / CANVA

Toca hacer la compra así que coges el coche y vas al supermercado de confianza. Miras la lista de lo que necesitas: arroz. El de tu marca favorita cuesta unos dos euros, coges el paquete y te vas a por el siguiente producto que es la harina y está entre los dos y tres euros. Cuando llenas el carro de la compra con lo que necesitabas, lo metes todo en el coche y ya está, de vuelta a casa. 

Hacer la compra puede considerarse una de las rutinas más básicas del día a día de un hogar, pero deja de serlo cuando tienes que coger un avión para poder conseguir unos alimentos que, en muchas ocasiones, son tu única forma de mantener cierta calidad de vida e, incluso, de sobrevivir. Y, por si fuera poco el viaje, un solo kilo de arroz para ellos sale 20 euros

A miles de kilómetros

Esta es la situación de muchas familias canarias en las que alguno de los miembros tiene una enfermedad rara metabólica que no cuenta con tratamiento. Acoraida Hernández es madre de dos mellizos de tres años que tienen una enfermedad cuyo nombre es impronunciable y que solo sufren unas 20 personas en todo el mundo. Es ella la que tiene que coger aviones, aproximadamente una vez al mes, para que sus hijos puedan contar con la alimentación que necesitan para estar medianamente saludables. “Tienen que llevar una dieta baja en proteínas”, cuenta, “y la variación de esta con productos que se venden aquí puede causar una descompensación y dañar sus órganos”. 

Los dos niños tienen una enfermedad rara y metabólica y cuando esto pasa “siempre hay un padre que tiene que dejar de trabajar, se pierde un sueldo y, encima, hay que coger aviones para poder hacer la compra porque no se hacen envíos a Canarias”. En muchas ocasiones, Acoraida tiene que viajar con los niños también —lo que encarece aún más el viaje— porque los pequeños deben comer cada tres o cuatro horas porque sino se les baja el azúcar

Una solución

“En las Islas solo podemos comprar frutas y verduras, todo lo demás hay que buscarlo fuera”. Explica que se dejan, solo ese día que viajan a Madrid para hacer la compra, unos 200 euros en comida. “A esto se le añade los gastos de transporte” más la propia comida del resto de la familia. 

Con el objetivo de encontrar una solución para más de 200 familias —solo en Gran Canaria, pero unas 128.000 en toda Canarias— la asociación Kmxsonrisas junto a la coordinadora de Coalición Canaria Gran Canaria, María Fernández, y la consejera portavoz del grupo de Coalición Canaria en el Cabildo de Gran Canaria, Vidina Cabrera, han reclamando a la institución Insular que apoye la creación de un economato en la Isla que abastezca a la ciudadanía con este tipo de patología. Además, el objetivo es que este proyecto, que sería pionero en el Archipiélago, se convierta en un centro de distribución para todas las Islas. 

Economato de alimentos

Este economato busca abaratar los alimentos y que se puedan adquirir en Gran Canaria. “Se trata de un esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades metabólicas y raras, así como la de sus familias”, expuso Fernández en rueda de prensa. “Los especialistas nos han trasladado que la alimentación juega un papel fundamental en el bienestar de estas personas, que una dieta adecuada puede marcar la diferencia en su pronóstico y en su capacidad para hacer frente a su condición con mayor tranquilidad”, continuó su compañera, Vidina Cabrera. 

“La dieta es clave para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida y, en ocasiones, es el tratamiento casi exclusivo que tienen. No se puede mirar para otro lado, se debe dar respuesta cuanto antes, se debe garantizar que los grancanarios y grancanarias con enfermedades metabólicas y raras puedan tener acceso a los alimentos necesarios para su tratamiento y bienestar”, concluyó Cabrera.