La filariasis canina, denominada simplemente filaria, es una de las principales preocupaciones para los dueños de mascotas, principalmente de perros. En Canarias la enfermedad registra una prevalencia cercana al 20%, una de las más altas de España, de este parásito que se transmite por medio de picaduras de mosquito y puede viajar por la sangre hasta alojarse en el corazón, donde adquiere forma de gusano en su estadio adulto.
Debido a que los síntomas se manifiestan sobre todo cuando la enfermedad es avanzada, los tratamientos preventivos son la mejor alternativa para evitar complicaciones. Suministrados bien mediante inyección anual, o mensualmente a través de pastillas o pipetas, estas medidas ayudan a contener la propagación de un parásito que en el archipiélago está catalogado como hiperendémico y puede ser letal en caso de no tratarse.
Pero desde la entrada en vigor a principios de año de la nueva normativa, algunos dueños se han quejado del aumento de los controles para que estos medicamentos solo puedan ser dispensados con receta veterinaria, así como los gastos que asociados a la consulta y el test para determinar si existe presencia del parásito en el animal. Por su parte, los profesionales advierten de la necesidad de estas medidas ya que en ocasiones el tratamiento preventivo puede empeorar a los perros que ya tengan el parásito.
Prevención y tratamiento
Tal y como explica H.F., que ejerce desde hace más de una década como veterinario en una clínica de Tenerife, "no es lo mismo administrar el medicamento de manera profilactica todos los meses que a un animal que lleve cinco años con filaria y tenga una alta carga parasitaria, a menudo sin que el dueño lo sepa, porque los síntomas no se han manifestado. Ahí radica la diferencia entre prevenir o tratar la enfermedad".
"Hace unos meses tuvimos un caso de un perro que acudió de urgencia en estado de shock tras la administración de dicho antiparasitario y las pruebas revelaron que ya padecía la enfermedad previamente. Al final sobrevivió, pero tuvo que estar hospitalizado varios días y llegó a estar muy grave", recuerda. Según detalla este profesional, la administración de medicamentos preventivos es efectiva en casos de micorfilarias, es decir, cuando la enfermedad está en sus inicios pero, en casos más avanzados, "puede provocar tromboembolismo u otras patologías graves".
Por tanto estos medicamentos "son efectivos contra las microfilarias, no contra el parásito adulto, e igualmente se deben administrar bajo supervision veterinaria si es como parte del tratamiento ya que puede provocar tromboembolismo o shock anafilactico. Por ese motivo cuando utilizamos el medicamento como parte del tratamiento de la filariasis, los dejamos hospitalizados", explica.
Recetas y concienciación
Una de las críticas más repetidas a la nueva normativa (RD 66/2023 por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios) es que podría desincentivar el tratamiento preventivo por obligar a pasar consulta para obtener la prescripción. En todo caso, según afirma uno de los veterinarios consultados, "si son clientes nuestros con una buena prevención, les generamos la receta y ya está, porque hemos llevado revisiones anteriores con ese paciente".
Sin embargo, en el caso de los dueños que no llevan un seguimiento frecuente de sus mascotas, "tendrá que pasar una revisión para que le demos la receta y posteriormente ir a la farmacia a conseguir la medicación, lo que en algunos casos deriva en que abandonen los tratamientos porque, aunque tratamos de concienciarles desde que los perros son cachorros, en ocasiones infravaloran los riesgos de la falta de prevención", señala.
Desde la farmacia
Con la implantación de la receta veterinaria obligatoria algunas farmacias han constatado una disminución en las ventas de medicamentos antifilaria. Según comenta el farmacéutico M.P., en su dispensario se han reducido las ventas totales de Nexgard Spectra, uno de los medicamentos antifilaria, desde un centenar de unidades en los primeros siete meses de 2023 hasta solo 66 unidades en el mismo periodo del año presente, desde que se aplica la nueva normativa.
"Enviaron un aviso desde el Colegio de Farmacéuticos sobre la introducción de la receta veterinaria pero aún así hay farmacias que siguen dispensando sin prescripción", indica. Por tanto, una de las posibles explicaciones podría radicar simplemente en que los clientes hayan acudido a otros puntos de venta que apliquen controles más laxos dado que en las farmacias consultadas tampoco han registrado un aumento de ventas de otros medicamentos similares como Simparica Trio o Advocate pipetas.
Finalmente, este farmacéutico subraya que todo depende de la responsabilidad de los dueños de los perros y, a pesar de la disminución de las ventas en algunos medicamentos, cree que la receta veterinaria obligatoria no será un factor determinante. "Quien antes seguía el tratamiento, continuará igual pero con receta, y viceversa", concluye.