El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha alertado de que julio, aún sin haber acabado, ha experimentado ya las temperaturas más altas desde que existen registros. No en Europa, no en España: en el Mundo. La tendencia es clara, ya que junio de 2023 ya batió el récord de ser el más caluroso desde que se miden las temperaturas. Como diría Homer Simpson, este puede ser el verano más fresco del resto de nuestras vidas.
Bromas aparte, porque el asunto es serio, la temperatura global está aumentando y los efectos son evidentes. Canarias no es una excepción, dado que es una tendencia general. Desde AEMET Canarias indican a Atlántico Hoy que entre los días 11 y 14 de julio ya hubo un episodio muy cálido en el Archipiélago. Aunque los datos concretos en lo que va de julio, salvo por esa semana, entran en los parámetros habituales, la progresión va a la par que con el resto del planeta, aunque con particularidades propias.
Más calor en cumbres
Así lo explica a este medio Juan Pedro Díaz González, responsable del Grupo de Observación de la Tierra y la Atmósfera (GOTA) de la Universidad de La Laguna. "En Canarias existe la particularidad de que el aumento de la temperatura se prevé que sea mayor en zonas de mayor altitud que en las costas. Esto es por el cambio de las condiciones atmosféricas y el calentamiento, que produce más vapor de agua, que es el principal gas de efecto invernadero en Canarias y no el CO2", explica el científico.
Todos los cambios climáticos que se están produciendo llevan a que haya una "redistribución del vapor de agua". Uno de los fenómenos que se desencadenan a raíz de esta redistribución -y que se ve claramente en Canarias- es precisamente ese mayor aumento de las temperaturas en altura que en costas del que habla Díaz.
Clima y meteorología
El responsable del GOTA apunta la importancia de "diferenciar clima de meteorología". "Meteorología es qué tiempo va a hacer mañana a las 15:00 en la Plaza España de Santa Cruz: concreción en tiempo y lugar. Clima, que es de lo que estamos hablando, aunque parezca una cosa parecida, es muy diferente. Es el promedio de temperatura que tenemos a lo largo de 30 años. Cuando hablamos de tendencia del clima, hablamos de esos valores promedio, y se ve que en todo el mundo están aumentando y, como no puede ser de otra manera, en Canarias también", explica Díaz González.
Bajada de precipitaciones
Además del comportamiento de la temperatura que se observa en el Mundo y en Canarias con sus particularidades, otro de los efectos del cambio climático que más se notan en el Archipiélago - y que el científico considera más grave si cabe- es la bajada de precipitaciones. Algo que es más difícil de medir "porque no es tan homogénea en su comportamiento como el de la temperatura".
"En un sitio puede llover más y en otro puede llover menos y eso es lo que en Canarias nos va a afectar, además de la temperatura", detalla el responsable del GOTA. Las tendencias, de nuevo, son claras más en altura que en superficie.
Diseñar estrategias para paliar los efectos
Los efectos descritos se antojan imparables. Por eso, las administraciones están comenzando a estudiar el impacto de todos estos cambios en cada sector económico para tratar de adaptarse, por ejemplo en el turismo o en la disposición de recursos hídricos para la agricultura.
"En un tiempo, quizás en Suecia se pueda estar en una playa en unas condiciones excelentes y en algunos puntos en Canarias lleguemos a vivir veranos como los que se están viviendo en la Península. La sensación térmica, el agobio térmico en algunos lugares del Archipiélago llegará a ese punto. Por ejemplo en la zona sur de Gran Canaria o Tenerife, en ciertas épocas del verano, las condiciones no van a ser tan idílicas", narra Díaz González, aunque lanza una llamada de calma: "Estas cosas a veces no se entienden bien y no hay que caer en alarmismos. Todos estos datos habrá que ponerlos en conjunto para, entre todos, diseñar unas estrategias para Canarias".