La Universidad de La Laguna va a tomar una decisión drástica para acabar con los problemas de ratas en la residencia universitaria Parque de las Islas, situada en el camino de Las Mantecas (La Cuesta): fumigar completamente el complejo para acabar con todos los roedores. Desde después de Semana Santa, los alumnos se quejan de la presencia de ratas y ratones en las cocinas y los pasillos de tres de los bloques que componen la residencia.
Así lo ha explicado a Atlántico Hoy Rosario Hernández Borges, vicerrectora de Estudiantes de la universidad, que ha detallado que los trabajos los llevará a cabo la empresa de limpieza y desinfección con la que trabaja la ULL tan pronto se hayan marchado los estudiantes de la residencia para las vacaciones de verano. La salida paulatina de universitarios comenzará en las próximas semanas y finalizará cuando acaben los exámenes de la segunda convocatoria.
Incompatible con la habitabilidad del bloque
La dirección de la residencia ya ha avisado a los alumnos de esta decisión del vicerrectorado, indicándoles en un mensaje que la desratización debe ser en verano porque "los productos empleados son incompatibles con la habitabilidad del bloque".
Rosario Hernández explica a Atlántico Hoy que el vicerrectorado tuvo constancia hace relativamente poco de este problema y, en un primer momento, se optó por poner cebos y trampas en el exterior de los bloques para tratar de controlar la presencia de roedores. Además, indica que no se puede poner veneno dentro del edificio porque eso provocaría un efecto contrario: que los animales comenzasen a salir (algo que los alumnos indican que ha ocurrido desde que se colocaron los cebos).
Vienen de un terreno cercano
Pero no se puede poner puertas al campo, y nunca mejor dicho. Según explica la vicerrectora a este medio, esta es la única de las cuatro residencias de la ULL que está rodeada de campo. Los jardines de los terrenos que son propiedad de la universidad están cuidados por el centro, pero más allá de sus límites nadie controla que no proliferen roedores y estos, atraídos por la comida y la basura de las cocinas, entran en la residencia.
Dado que la problemática ha ido in crescendo, la ULL ha optado por fumigar completamente los bloques afectados y reforzar las medidas en el exterior para evitar que los roedores puedan entrar en los edificios.
Con todo, la ULL insiste a los estudiantes en extremar el cuidado por cerrar puertas y ventanas, no acumular basura y quitar cualquier resto de comida de las zonas comunes.