La Unión Deportiva Las Palmas mantiene avanzadas las negociaciones para fichar a Oliver McBurnie, delantero internacional por Escocia y que durante las últimas cinco campañas ha militado en el Sheffield United inglés —equipo con el que marcó seis goles en 21 partidos de Premier League la temporada pasada—. Además de por sus prestaciones en el terreno de juego, el futbolista británico también ha destacado por sus problemas lejos del césped. En 2021 fue arrestado después de agredir a un aficionado del Leeds United en la calle y un año después fue a juicio por pisotear a un seguidor del Nottingham Forest.
Formado en el Leeds United —pasó siete años en su cantera— y en el Bradford City, en verano de 2015 el Swansea City pagó 350.000 euros por su incorporación. Con 188 centímetros de altura, McBurnie es un delantero centro clásico: fuerte, rematador, duro en el juego aéreo y con capacidad para jugar de espalda. En el conjunto galés, en un curso —el 18/19—, marcó 22 tantos que, además de ayudar a su club a lograr el ascenso a la Premier, llamaron la atención del Sheffield United, que abonó por su traspaso algo más de 19 millones de euros.
26 goles; 146 partidos
La irregularidad marcó su paso por el club de Yorkshire del Sur. En cinco años en el Sheffield United fue más noticia por escándalos ajenos al fútbol que por sus prestaciones como delantero. Entre lesiones, descensos, una efímera internacionalidad con Escocia —pese a nacer en Leeds— y no muchos minutos como titular, McBurnie firmó 26 dianas en 146 encuentros.
Más allá de eso, su paso por el Sheffield United dejó dos capítulos violentos. En mayo de 2021 fue arrestado por agredir en las calles de Knaresborough (North Yorkshire) a Elliott Wright, un corredor de seguros y simpatizante del Leeds United, de 21 años, que increpó al futuro jugador de la UD Las Palmas por mantener una discusión con una mujer. El agredido le solicitó que se calmara y luego se burló por el descenso a la Championship de su equipo.
Discusión con una mujer
"Estábamos caminando", explicó Wright, "y lo vi discutiendo con una chica. Estaba con dos de mis compañeros y él se estaba volviendo un poco agresivo y un poco ruidoso. Le dije que se relajara, que no puede ser peor que descender. Parecía estar bien al principio. Él estaba diciendo que guardemos nuestro teléfono. Y luego me golpeó. Me ha golpeado un par de veces y uno de mis compañeros lo arrastró lejos de mí”, añadió.
McBurnie fue interrogado por agentes de la policía de North Yorkshire. Un portavoz de las fuerzas informó que “un hombre de 24 años de Knaresborough ha sido arrestado en relación con un incidente que involucró a otro hombre que fue agredido. La víctima de 21 años sufrió heridas en la cara durante el incidente, que ocurrió poco antes de las 10.30 hotras del sábado 8 de mayo en High Street, Knaresborough". "El hombre arrestado de 24 años permanece bajo custodia en este momento. Se pide a cualquier persona que haya presenciado el incidente que se ponga en contacto con la policía”, agregó la misma fuente.
Absuelto
Un año después, el delantero se tuvo que enfrentar a un juicio por pisotear, presuntamente, a un aficionado del Nottingham Forest tras un partido del playoff de ascenso a la Premier League que perdió el Sheffield United. Los fiscales del caso afirmaban entonces que McBurnie, que llevaba una bota protectora por una lesión, sufrió "una pérdida de temperamento y control" cuando George Brinkley, de 27 años, celebró en el césped la victoria del Forest en la tanda de penaltis el 17 de mayo de 2022. El jugador negó la acusación y sólo admitió que perdió el equilibrio después de ir en ayuda de un compañero.
McBurnie, que ya había tenido problemas con aficionados rivales en un derbi entre el Swansea y el Cardiff, fue absuelto después de que el abogado del jugador dijera que McBurnie había sido "como una bailarina" al evitar el contacto. El juez de distrito Leo Pyle afirmó que su sentencia se basó en las pruebas presentadas en el tribunal y “no en el juicio instantáneo de las redes sociales”. En su fallo, el magistrado dijo que algunas de las pruebas presentadas por Brinkley habían sido “algo endebles”.