Donald Trump hizo este martes su última visita como presidente de EE.UU. al muro en la frontera con México, una promesa electoral que ha cumplido solo a medias, y recuperó su discurso antiinmigrante para intentar convencer a su sucesor de no cambiar por completo su política sobre asilo.Ocho días antes de abandonar la Casa Blanca, Trump se desplazó hasta la localidad fronteriza de Álamo (Texas) para inspeccionar los avances en la construcción de la barrera, que el presidente electo Joe Biden ha prometido detener. "La del muro es una historia de éxito", defendió el presidente saliente.Concretamente, en los últimos cuatro años, Estados Unidos ha invertido 15.000 millones de dólares para erigir la promesa electoral estrella de Trump, y ha construido esa valla a lo largo de 727 kilómetros (452 millas) de frontera, lo que cubre más de una cuarta parte de los 3.145 kilómetros (1.954 millas) que separan el país de México.Más de cinco años después de iniciar su campaña electoral con insultos a los inmigrantes mexicanos, Trump volvió a describir como criminales a los indocumentados que llegan a Estados Unidos, sin matices, en un intento de defender su legado en materia de migración.EL FUTURO DEL MUROBiden prometió el año pasado que no erigirá "ni un pie (30 centímetros) más" de muro en la frontera cuando llegue al poder el 20 de enero, pero no planea derribar la parte de barrera ya construida bajo el mandato de Trump.La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) dijo la semana pasada que tiene fondos para completar otras 300 millas de muro y que planea adjudicar contratos para hacerlo antes de que Biden llegue al poder, lo que promete complicar los esfuerzos del presidente electo para frenar el proyecto.Trump ha defendido categóricamente la eficacia del muro, pero los expertos no tienen tan claro que haya ayudado a disminuir la inmigración ilegal y el narcotráfico a Estados Unidos, y creen que tendrán que pasar años para analizar objetivamente esa cuestión.Las aprehensiones de indocumentados en la frontera se dispararon en el año fiscal 2019 y cayeron a la mitad en el ejercicio siguiente, marcado por el inicio de la pandemia, pero volvieron a subir en octubre y noviembre pasados.Finalmente, en cuanto al resto del legado migratorio de Trump, el equipo de Biden ya adelantó en una entrevista con Efe en diciembre que tardarán "meses" en revertir las políticas actuales para restringir el acceso al asilo en Estados Unidos, en un intento de contener el "efecto llamada" que puede generar el relevo de poder en Washington.