El incendio que afecta desde el sábado al noroeste de la isla de La Palma evoluciona de forma favorable, aunque se mantienen activos tres frentes, el más preocupante el que avanza en el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, de difícil orografía y acceso, pero lejos de zonas habitadas.
La meteorología sigue siendo favorable para contener el fuego, aunque no para la operatividad de los medios aéreos, ya que el problema en la mañana de este lunes, tercer día de incendio, es la inversión térmica, que mantiene las nubes, mezcladas con el humo, atrapadas a baja altura y dificultan el ataque por los once helicópteros e hidroaviones movilizados.
Consecuencias
El fuego se originó el sábado de madrugada en el municipio de Puntagorda y se extendió al de Tijarafe, entrando en el Parque Nacional.
Ha afectado a una superficie aún por determinar, pero que se calcula en unas 3.500 hectáreas, con unas veinte edificaciones quemadas entre viviendas, cuartos de apero y bodegas.
El sábado se ordenó la evacuación de unos 4.000 vecinos de ambos municipios, aunque la mayoría de ellos, que habitan en los núcleos de Puntagorda y Tijarafe, desde la carretera LP-1 hacia la costa, ya fueron autorizados a regresar a sus casas en la tarde del domingo.