Los tres acusados de ser los patrones de un cayuco que llegó a Tenerife en diciembre de 2023 se han declarado inocentes durante el juicio que tuvo lugar este martes en la Audiencia Provincial de Santa Cruz y apuntaron durante sus declaraciones que no sabían nadar y que no se conocían entre ellos.
Los procesados se negaron a llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía e intentaron demostrar su inocencia alegando asimismo que eran de pueblos del interior de Mauritaria donde se dedicaban a la agricultura y que pagaron el viaje de su bolsillo.
En sus conclusiones finales la Fiscalía solicita que se le impongan cinco años de prisión a cada uno al creer probado que se pusieron de acuerdo y, por encargo de los organizadores y tras cobrar diversas cantidades, asumieron el timón de una embarcación precaria. En sus declaraciones, los tres acusados coinciden en mantener que hicieron el viaje en distintas partes de la embarcación y atribuyen un conflicto con otros migrantes de origen magrebí el hecho de que se les acusara de dirigir la embarcación.
Así, las defensas aseguraron que las declaraciones de esos migrantes en contra de sus clientes se debe "a que les habían prometido darles un pasaporte si los acusaban". El cayuco no tenía luces de posición y era propulsado por dos motores de 40 CV.
¿Dirigido por un GPS?
Además, los acusados aseguraron desconocer si el cayuco era dirigido por un GPS y aseveraron que "ni siquiera" sabían qué era ese aparato. Antes de llegar a tierra, según el relato de Fiscalía, llamaron a Salvamento Marítimo para que los remolcara, si bien nadie quiso decir a quién pertenecía el móvil ni quién hizo la llamada.
Al que se acusa de hacerlo, apuntó que el móvil se le había caído al mar antes de subir a la embarcación. El estado general de los 50 migrantes, entre ellos algunos menores, era bueno y presentaban simplemente alguna quemadura al estar expuestos al sol. El policía que llevó la investigación ha descartado con su declaración que el cayuco hubiera sido dirigido de forma “cooperativa” entre todos los viajeros, pues "lo habitual" en estos casos es que al menos tres personas asuman distintas tareas como mantener el orden, dirigir la embarcación y repartir la comida.
La Fiscalía estima que los acusados "crearon un evidente riesgo para la vida y la integridad física de sus ocupantes y no guardan dudas de que con su indispensable actividad lograron que entraran estos ciudadanos en territorio nacional eludiendo el control fronterizo y sin la documentación requerida".