La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) lleva más de una década realizando un seguimiento del emprendimiento universitario y ha realizado en informe GUESSS, un “potente instrumento” para ofrecer una radiografía de la proactividad empresarial en la institución. “Su contribución al mejor conocimiento del potencial de las nuevas generaciones de universitarios para la construcción de una economía ligada al conocimiento permite contar con información útil para la toma de decisiones y para contribuir de manera más eficaz a los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, expone el propio informe.
A nivel general, en el estudio presentado sobre el 2020-2021, el 23% estudiantado de la ULPGC que finaliza sus estudios tiene el objetivo de convertirse en funcionario aunque, al preguntarles cómo se ven en los próximos cinco años, el 26% cambia y se plantea emprender. Según Pino Medina, una de las coordinadoras del Informe 2021-22 en la ULPGC, este hecho puede deberse a que durante la pandemia y posterior recuperación, el único modo de empleo estable se encontraba en el sector público.
Una carrera de fondo
Aunque en un principio parezca poco, los datos son esperanzadores si se comparan con años anteriores. En el informe presentado en 2019, el 8,8% de los estudiantes se planteaba emprender frente a los 15,6% de este último, “casi se ha doblado el porcentaje”, celebra Medina. “La señal es que el estudiantado tiene la intención y nuestro trabajo es seguir apoyando, impulsando y acompañando en el proceso”.
Sin embargo, el emprendimiento “es una carrera de fondo”, continúa la coordinadora del proyecto. “No engañamos a los alumnos que se nos acercan porque quieren emprender, damos el lado bonito pero también el negativo”.
Creación de empleo
Medir el comportamiento emprendedor de los universitarios se ha consolidado como una vía útil para conocer la capacidad de renovación del tejido productivo de una región y, por ende, anticipar el potencial para mantener y desarrollar la competitividad de aquella en la escena internacional, al tiempo que se conoce el potencial de absorción del futuro desempleo. “Y esto es así por la enorme capacidad que se presupone a los universitarios para cambiar el mundo que les rodea, resolviendo problemas hasta ahora insolutos o asumiendo nuevos y atrevidos desafíos”, manifiesta el informe.
No solo se trata de crear la empresa, por tanto, “sino de dejar huella”, afirma Medina. La mayoría de las empresas puestas en marcha por los estudiantes de la ULPGC no cuentan con empleados (43,6%), algo que también sucede en el resto del país. No obstante, tanto en el caso de las empresas que dan empleo a una persona como las que emplean a tres personas, los porcentajes ULPGC (32,1% y 9%, respectivamente) superan a los detectados en el ámbito nacional (31,9% y 7%, respectivamente).
Para fomentar este espíritu emprendedor, la ULPGC y la Fundación DISA se han unido para crear una Cátedra que respalda las iniciativas emprendedoras, el asociacionismo y la generación de nuevos proyectos empresariales en el territorio español. Entre las actividades que desarrolla la Cátedra destaca la organización de actividades formativas de base emprendedora que fomenten el asociacionismo, tales como seminarios, jornadas, ciclos de conferencias o clases magistrales.