La asociación 'El defensor del paciente' recibió el pasado año 288 quejas por presuntas negligencias médicas en Canarias, donde la lista de espera quirúrgica está "desbordada a todas luces" y es la tercera peor del país, con los tiempos de demora más altos de los últimos 20 años.
Los datos están incluidos en la memoria publicada este lunes del 'Defensor del paciente', que este año cumple su vigésimo quinto aniversario y en donde precisa que Canarias aglutina 288 casos, de los cuales 31 han sido muertes y en general supone un descenso en un 5 por ciento en el número de denuncias recibidas.
Pocas denuncias
Las cifras son relevantes porque la comunidad canaria vuelve a registrar el número más bajo de denuncias de la última década, añade el Defensor del Paciente, que señala que del total de quejas recibidas 159 corresponden a la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 129 a la de Las Palmas.
Los hospitales más denunciados son el Hospital Universitario de Canarias (HUC), el Insular-Materno Infantil, el Doctor Negrín y el Nuestra Señora de la Candelaria, seguidos del Doctor José Molina Orosa.
En cuanto a las reclamaciones por especialidades y servicios, los más denunciados son las urgencias, las listas de espera, cirugía general, traumatología y ginecología y obstetricia.
Los peores tras Cataluña y Aragón
Pero "la vara de medir del momento" en el que se encuentra el sistema sanitario canario radica en la lista de espera quirúrgica, desbordada a todas luces, la peor de todo el país por detrás de Cataluña y Aragón, con 144 días para pasar por el quirófano, lo que se interpreta por encima de la media nacional, advierte el 'Defensor del Paciente'.
En 2022 había en la mencionada lista 32.918 canarios, es decir, 5.419 pacientes más que en 2021, una "reseña más que elocuente" que revela los tiempos de demora más altos en los últimos 20 años, añade.
Los pacientes que se mantienen durante más tiempo "anquilosados" en la lista se encuentran en Traumatología, Oftalmología y Cirugía general y el Defensor indica que el Plan Aborda promovido por la Consejería del área, y dotado con 1.520 profesionales más, pese a que ha aumentado la actividad quirúrgica en un 15% no ha sido suficiente para absorber la demanda y neutralizar el impacto que la pandemia ha causado en las listas de espera.
Servicios de urgencias hospitalarios
El talón de Aquiles de la sanidad canaria se halla en varios servicios de urgencias hospitalarios, como los de los hospitales Insular y Nuestra Señora de la Candelaria y, respecto al primero, señala que ha estado colapsado durante gran parte del año "siendo una constante las camas por los pasillos con pacientes amontonados por la falta de espacio, fruto de una gestión organizativa errónea justificada en la falta de camas".
En el Hospital de La Candelaria, prosigue, la situación ha llegado a tal punto que los profesionales de enfermería publicaron una carta de disculpa "desoladora", dirigida a los pacientes, por no poder prestar una atención segura, digna y de calidad.
"Es obvio que las infraestructuras son insuficientes y están más que saturadas pero, al igual que en la Península, la Atención Primaria del archipiélago se encuentra en proceso de descomposición, puesto que continúa con esperas insufribles y recursos escasos producto de una de las comunidades con menor ratio de médicos de España (menos de un facultativo por cada mil habitantes)", critica el Defensor del Paciente.
Falta de respuesta inmediata
Por consiguiente, la falta de respuesta inmediata de la Atención Primaria es la principal causa de que los canarios colapsen los servicios de Urgencias hospitalarios, y la asociación agrega que el enorme déficit estructural de especialistas es otra de las fisuras del Servicio Canario de la Salud, sobre todo en Oncología.
La pandemia "nos ha enseñado que necesitamos más y mejores recursos" pero no puede ser la justificación de la crisis sanitaria que sufren muchas comunidades, continúa el Defensor, que asegura que "la resaca" de la covid-19 deja en todo el país un sistema sanitario "en pie de guerra por la falta de personal y el exceso de trabajo de muchos profesionales, especialmente de Atención Primaria, que ha provocado la convocatoria de varias huelgas.
Igualmente le preocupa el auge de la teleasistencia, ya que conlleva mucha dificultad en el diagnóstico y se pone en peligro la salud de los pacientes, por lo que considera que parece que los responsables políticos están orquestando un modelo sanitario de bajo coste "tratando de maximizar rendimiento con el mínimo gasto posible" y considera por ello que "la sanidad pública española va camino de la extinción".