El pasado domingo los bañistas de Gran Canaria presenciaron la visita inesperada de un tiburón martillo en las playas de Melenara, Salinetas y San Agustín. El vídeo que no tardó en viralizarse, muestra como se desplazaba a gran velocidad hacia la orilla persiguiendo una presa.
Las tres playas izaron la bandera roja hasta que el tiburón decidió continuar su camino ajeno a las cámaras de los vecinos que disfrutaban de las tres playas y un sabor agridulce pareció expandirse en las redes sociales. Los más temerosos que dudaban de la seguridad de las aguas canarias y los amantes de estas especies, que pronto se han hecho eco de la importancia de su presencia para el medio marino de Canarias. ¿Qué pasaría si dejaran de existir en las Islas?
Así sería Canarias sin tiburones
En un ejercicio de ciencia ficción en el que eliminasemos de un plumazo a los tiburones, una especie tan relevante para las aguas de Canarias como cualquier otra, el resultado sorprendería.
Más allá de ser un animal que vive en el agua tendría consecuencias negativas en la economía y los bolsillos canarios, ¿se lo esperaban? La Inteligencia Artificial —ChatGPT— es capaz de predecir escenarios surrealistas con mucha facilidad y al trasladarle esta cuestión su respuesta es contundente: traería pobreza e incluso enfermedades.
Impacto de los tiburones en Canarias
Los tiburones regulan las poblaciones de sus presas, manteniendo un equilibrio saludable en el ecosistema marino. Sin ellos, las especies de peces y otros organismos marinos podrían proliferar sin control, causando una sobreexplotación de recursos como algas y fitoplancton.
La eliminación de tiburones puede desencadenar un efecto dominó en la cadena alimentaria. Por ejemplo, un aumento en la población de peces herbívoros podría resultar en la sobreexplotación de algas, lo que a su vez afectaría negativamente a los arrecifes de coral y otras estructuras marinas que dependen de un equilibrio algal.
Los tiburones suelen cazar a los individuos más débiles o enfermos de las poblaciones de presas, actuando como una forma de control natural de enfermedades. Sin tiburones, la incidencia de enfermedades en otras poblaciones marinas podría aumentar, afectando negativamente la biodiversidad y la salud del ecosistema. Con un aumento en las enfermedades entre las poblaciones de peces, la calidad del pescado disponible para la pesca y el consumo podría deteriorarse, impactando tanto a los pescadores como a los consumidores.
La economía se vería afectada
La ausencia de tiburones podría causar un crecimiento descontrolado de ciertas especies de peces que, a su vez, consumirían grandes cantidades de recursos marinos. Esto podría llevar a una disminución en las poblaciones de otras especies de peces comerciales, afectando negativamente a la industria pesquera local.
Los tiburones son una atracción importante para los turistas que practican buceo y snorkel, por eso su desaparición podría reducir el atractivo de las aguas canarias para estos turistas, resultando en una disminución de ingresos para la industria del turismo.
En resumen, tener tiburones en Canarias no solo no es malo, es algo sin lo que no podríamos subsistir de la misma manera y que protege el equilibrio del ecosistema marino.
Probabilidad de sufrir un ataque
LAs películas de Hollywood las hemos visto todos, pero más allá de Megalodón, Infierno Azul y un sinfín de historias de miedo más, la probabilidad de sufrir un ataque de un tiburón en Canarias es ínfima.
Para poner esto en perspectiva, es mucho más probable que una persona sea herida por un rayo, un accidente de tráfico, o incluso una picadura de abeja que por un ataque de tiburón. Es más, Canarias no es conocida por tener un alto número de ataques de tiburón. De hecho, los incidentes registrados son extremadamente raros.
Las aguas de las Islas albergan diversas especies de tiburones, pero muchas de ellas no representan una amenaza significativa para los humanos. Especies como el tiburón martillo, el tiburón ángel y el tiburón zorro son comunes, pero rara vez interactúan con las personas.