La Asociación LGBTI* Diversas Canarias ha desarrollado la primera marcha-manifestación por el Día Internacional del Orgullo LGBTI en un centro penitenciario de Canarias, al realizar esta actividad pionera en este ámbito en las instalaciones del Centro Penitenciario Tenerife II. Esta iniciativa tiene como objetivo dar voz a las realidades del colectivo en los diferentes contextos donde se incluye la vida en una cárcel.
El presidente de la entidad, Fran Baute, ha explicado en un comunicado que "este acto pionero y reivindicativo" surge para dar voz a las realidades LGTBI de la isla. "Es un acto de transformación para hacer un llamamiento a todas las personas del colectivo enviando un mensaje claro: no están solos y solas independientemente del contexto en el que se encuentren”, subraya Baute. También destaca que ésta no sería una actividad aislada en el tiempo "sino que tiene una vocación de futuro", por lo que se plantearán acciones y proyectos en el Centro Penitenciario para seguir trabajando la realidad de las personas LGBTI y de la LGTBI-fobia que puedan sufrir en el recinto.
Tres bloques
La jornada se dividió en tres bloques fundamentales. Comenzó con la realización de una cartelería reivindicativa en la que cada persona interna pudo expresar sus lemas. Esta se desarrolló de manera pedagógica con el objetivo de que los activistas diesen a conocer sus siglas y la importancia de seguir luchando por la visibilización. De la actividad surgieron lemas como “el amor libre y sin cadenas, libera la prisión que llevas en tu cabeza” o “da igual tu raza, tu identidad o tu orientación: cada corazón late por igual”.
Luego se desarrolló una marcha con una pancarta realizada entre asociación y personas internas con el lema "inVISIBLES". En esta también participó la directora del centro, María Victoria Bernaola, y el subdirector, Yndamiro Restano. Además en el salón de actos del Centro Penitenciario las personas internas leyeron un manifiesto en pro de los derechos de las personas LGBTI y ondearon la bandera arcoíris con el fin de generar un espacio seguro. Las jornadas acabaron con la escucha activa de las necesidades y realidad de las personas internas del Centro Penitenciario, que demandaron más acciones destinadas al colectivo LGBTI de carácter formativo y lúdico.