A la hora de entrar a darse un baño en el mar, hay gente que se lanza sin pensárselo y otra que prefiere irse mojando poco a poco para ir aclimatando el cuerpo. Quizás este año haya notado que el agua no está tan fría y le haya costado menos darse un chapuzón. Esto se debe a que la temperatura de las aguas que rodean a Canarias se han incrementado.
Desde 2020 a 2023, la temperatura del mar ha aumentado un grado cada año. Según datos del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG), el agua en verano de 2020 rondaba los 21ºC, sin embargo en este año alcanzó los 24ºC. ¿Por qué se produce este incremento? ¿Qué consecuencias puede tener que continúe subiendo?
Ciclo de temperaturas
El agua en Canarias tiene su propio ciclo de temperaturas, ha explicado Beatriz Fernández, investigadora en el grupo de Oceanografía Biológica del IOCAG, a Atlántico Hoy. La temperatura del agua disminuye en invierno, rondando los 18ºC y a partir de verano comienza a aumentar, hasta alcanzar su máxima en los meses de septiembre y octubre para después volver a descender. “Ese es el ciclo habitual”, ha detallado la investigadora.
No obstante, “con el cambio climático la temperatura del mar de por sí está más caliente, por lo que este ciclo se ha modificado”, ha puntualizado. Fernández ha apuntado que no es algo nuevo que en septiembre el agua esté más caliente que en junio porque es lo normal, pero debido a los cambios climáticos, si se comparan las temperaturas con el año anterior, estas se han elevado.
De 21ºC a 24ºC
“La superficie de todos los océanos está aumentando su temperatura”, ha expuesto. Desde la entidad han visto que sobre todo en este año la temperatura superficial del agua ha marcado una tendencia de un grado superior a la que sería lo habitual. Lo más probable es que, como consecuencia del cambio climático, continúen incrementándose, según Fernández.
Los datos recogidos exponen el cambio de temperaturas durante estos últimos tres años. El agua en el verano de 2020 marcaba 21ºC y subió a los 23ºC en septiembre, incremento habitual teniendo en cuenta los ciclos. Sin embargo, en el verano de 2021 alcanzó los 23ºC y en septiembre llegó a 24ºC. En 2023, subió hasta los 24ºC en los meses estivales y ahora se encuentra alrededor de los 25.5ºC.
Consecuencias
Esta modificación de las temperaturas puede conllevar a una serie de consecuencias. Un ejemplo que se ha visto este verano en Canarias es el aumento de las microalgas. El aumento de las temperaturas facilita su floración y que se prolonguen más en el tiempo, como ha manifestado la investigadora.
Aunque para algunos organismos este aumento puede ayudar a su crecimiento como es el caso de las microalgas, “puede causar la muerte” de otros o “que migren a otras zonas más frías” , ha expuesto Fernández.
Afectar a la pesca
La investigadora ha puesto de ejemplo que cefalópodos, como pulpos y sepias, y el atún en otras partes del mundo están migrando a otros sitios con temperaturas más bajas. Hecho que “podría ocurrir también en Canarias”.
Este desplazamiento de las poblaciones de peces de sus puntos habituales podría “afectar, por ejemplo, a los pescadores suponiéndoles pérdidas”. No solo porque los animales migren, sino que “también pueden no ser capaces de adaptarse y morir”.
Seguirá aumentando
Asimismo, la subida de temperaturas puede perjudicar otros movimientos clásicos de las capas de agua que componen el océano. La capa superficial y la profunda se mezclan, “creando una armonía, pues los nutrientes y el oxígeno se desplazan”, ha comentado Fernández. Si la temperatura es más alta, se marca una diferencia “grande” entre capas, “por lo que se produce un efecto como cuando se trata de mezclar agua con aceite”.
Este efecto se denomina estratificación, según ha señalado la experta. Si no se produce la mezcla entre capas, “puede ser perjudicial provocando la muerte de ecosistemas marinos y, por ejemplo, modificando el ph del agua”, ha enunciado Fernández.
La investigadora ha concluido recalcando que la tendencia es que este incremento se va a seguir produciendo “si no se pone remedio al cambio climático”, siendo “lo más normal que el océano se vaya poniendo cada vez más caliente”.