Si la concentración de los gases de efecto invernadero (GEI) se mantiene en el peor de los escenarios calculados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), la temperatura de las Islas Canarias puede aumentar hasta tres grados centígrados. Esto implica que los termómetros pueden llegar a aumentar un 20% la temperatura hasta final de siglo. Por su parte, si la acción para frenar la emisión de GEI a la atmósfera tiene éxito y alcanza su punto máximo en 2040, el aumento de la temperatura en las islas sería de 1,4ºC.
Así lo prevé el Grupo de Observación de la Tierra y la Atmósfera (GOTA) de la Universidad de La Laguna, cuyos cálculos se han incorporado al Sistema de Información para la Gobernanza Climática en Canarias. En esta web presentada este martes se pueden ver dos escenarios climáticos en las islas hasta final de siglo: aquel en el que la emisión de (GEI) se mantiene en constante crecimiento a lo largo del siglo y aquel en el que las emisiones alcanzan su punto máximo en el año 2040, ambos teniendo en cuenta la trayectorias de concentración representativas (RCP, por sus siglas en inglés) del IPCC.
El peor futuro
Los datos toman como punto de referencia la media de temperatura de las islas entre 1995 y 2004, que fue de 15,8ºC. En el caso del peor futuro climático, en la década de 2045-2054 la temperatura del archipiélago aumentaría en 1,1ºC, un 7% en relación a los datos de partida. Además, las proyecciones mantienen que se alcanzarían 3,1 grados más en 2099, es decir, un aumento del 20%.
Tal y como ha destacado este martes en la presentación de la web el jefe del Servicio de Cambio Climático del Gobierno de Canarias, Gustavo Pestana, aunque estas cifras puedan parecer muy pequeñas son solo 4ºC las que diferencian la media de temperatura entre las ciudades de San Cristóbal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife.
Un futuro estable
El segundo de los posibles futuros es uno de los calculados como ‘escenarios de estabilización’ y fue incorporado en el quinto informe del IPCC. En este caso la temperatura en Canarias, según los cálculos del GOTA, aumentaría a mitad de siglo en 0,7ºC (un 4% más) mientras que a final de siglo alcanzaría 1,4 grados centígrados más (un 5%).
Hay que destacar que todos los datos de temperaturas anteriormente mencionados son los relativos a las temperaturas medias mínimas previstas. En el caso de las máximas, en el mejor de los casos se prevé un aumento de 1,6ºC a final de siglo y de 3,3ºC en el peor escenario.
El problema de la lluvia
El panel de control que recoge las proyecciones climáticas del GOTA también analiza otros parámetros de especial relevancia como son las precipitaciones medias. El punto de partida en el intervalo 1995-2004 fue de una precipitación media de 257 milímetros al año. Así, el mejor futuro plantea un descenso de las precipitaciones del 4% a mitad de siglo y del 8% al final, mientras que el caso más extremo prevé un descenso del 5% en los próximos 30 años y de hasta 16% en 2099.
“Nos enfrentamos a un escenario bastante complicado, por decirlo de manera suave”, ha destacado Pestana. La isla con los peores escenarios de precipitación es Tenerife donde en el futuro donde las emisiones se mantienen el descenso en comparación con el punto de partida puede alcanzar el 26%, mientras que la isla que la sigue, Gran Canaria, es del 17%. “Vamos a tener problemas serios”, ha admitido el jefe del servicio de Cambio Climático.
Los datos del panel están además acompañados del estudio Proyecciones futuras de alta resolución de temperatura y precipitación en Canarias, cuyas conclusiones indican que “los mayores cambios de temperatura se esperan en la alta montaña” y que la disminución general de la precipitación anual “es la causa principal de la disminución de la humedad del suelo, lo que a su vez provoca el aumento de la DTR (rango de temperatura diurna)”, entre otras cuestiones.