Canarias tiene 1.500 kilómetros de costa. Esto, además de suponer un espacio inmenso de disfrute de playas, charcos, piscinas naturales y un baño en el Océano Atlántico, implica una amplitud de lugares donde poder sufrir un accidente acuático.
Con la intención de analizar y mejorar la seguridad de las playas en las islas, Centro Tecnológico de Ciencias Marinas (CETECIMA), junto al Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), ha organizado unas jornadas en las que se pone sobre la mesa la necesidad de fomentar la implantación de nuevas tecnologías en el sector, así como el fomento de la educación en prevención a través de estudios y análisis en la región de la Macaronesia.
Aumento de ahogamientos
El Archipiélago presenta la temporada de baño más larga de Europa. Canarios y turistas disfrutan de las playas casi todo el año. No obstante, en la otra cara de la moneda, en las islas se producen más accidentes acuáticos que de tráfico a lo largo del año, según la Asociación Canarias 1.500 kilómetros de costa, por lo que los ahogamientos se han considerado un problema de salud pública.
En lo que va de año, se han registrado 40 ahogados en las Islas. Alexis Moreno, personal del Servicio de Coordinación de Emergencias 112 de Canarias, ha destacado que la mayoría de los rescates que realizan son a turistas. La razón es el desconocimiento de la costa. “El Océano Atlántico no es tranquilo”, ha puntualizado.
Desconocimiento de la costa
La Asociación de Socorristas de Canarias ha enumerado los tres principales problemas que propician esta situación de peligro en las playas canarias. Denuncian que un gran número de playas no cuentan con cartelería informativa, ni tampoco con servicio de socorrismo, además de la falta de campañas informativas en el sector turístico.
José Luis Guersis, presidente de CETECIMA, ha expresado que la mayoría de los casos de accidentes acuáticos se dan por desconocimiento de los protocolos. Por ello, “la prevención es un elemento clave para la seguridad de las playas”. Para la asociación, la educación es la base para la prevención y seguridad y critican la necesidad de cultura acuática entre los usuarios de las playas.
Educación acuática
Entre los temas que tanto el Servicio de Emergencias, como la Asociación de Socorristas y Cruz Roja expusieron en las jornadas como los más relevantes en educación acuática son las corrientes de retorno, una de las principales causas de ahogamiento en las Islas, así como conocer el funcionamiento de las banderas, la orografía y cómo hacer uso de los servicios de la playa y acudir al personal de socorrismo.
Iván Vera, personal de Cruz Roja, ha comentado que la educación en prevención y seguridad acuática no es una asignatura actual en los colegios; no obstante, “debería serlo y así lo será en un futuro junto a los primeros auxilios”.
Plan de salvamento
Otro de los problemas que destacan los distintos grupos de emergencias es la falta de consolidación de los decretos de playas de cada municipio para que cuente de manera vigente con un plan de salvamento. A esto se le suma el mal estado de los materiales de salvamento necesario, como los aros de rescate que se encuentran en las diferentes playas de Canarias, que, por ejemplo, suelen tener los cabos enredados, hecho que dificulta actuar con rapidez.
Los socorristas atestiguan, además, que los horarios de los servicios de socorrismo son un punto a analizar a la hora de establecer las licitaciones. Han detectado que se producen más ahogamientos antes y después de los turnos. Desde el 112, proponen realizar un análisis sobre las horas que frecuentan las personas las playas, teniendo en cuenta, por ejemplo, que la población mayor de 60 años, por lo general, prefiere acudir más temprano.
Soluciones tecnológicas
El aumento del número de ahogamientos que se ha producido en este año en comparación con 2022 ha conducido a la búsqueda de soluciones tecnológicas, más allá de los servicios actuales de socorrismo, para mejorar la experiencia de los usuarios en las playas macaronésicas. Desde el CETECIMA se han estudiado la prevención de riesgos en playas, accesibilidad y servicios, y la sostenibilidad y limpieza de estos espacios.
En Canarias, en la actualidad, se hace uso de cámaras de vigilancia con la intención de garantizar la seguridad de los bañistas y controlar el aforo en las playas. Junto a las cámaras, se suman los drones. Su función se centra en monitorear la calidad del agua y detectar la presencia de microorganismos nocivos, otro aspecto que la entidad incluye en cuestión de seguridad de playas.
Aplicaciones móviles
Las nuevas tecnologías pueden resultar una herramienta que favorezca la seguridad de las playas. No se trata de algo futurista, sino tan “simple” como una aplicación en teléfonos móviles. Noemí Armas, investigadora de CETECIMA, ha presentado las distintas aplicaciones que aportan la información necesaria para prevenir situaciones de riesgo.
Los usuarios pueden consultar distintos aspectos de las playas a través de estas aplicaciones. Entre la información que ofrecen resalta las condiciones climáticas - temperatura, viento, radiación -, el estado del mar, horarios de la marea, además de los servicios con los que cuenta la playa. Incluso, algunas de ellas funcionan para conocer si hay medusas, cómo tratar la picadura y a qué servicios se pueden acudir
Playas de la región de la Macaronesia
Las jornadas se realizaron dentro del marco del proyecto ABACO, liderado por el ITC y en el que participa el CETECIMA. Este programa estudia la calidad de las aguas y seguridad en las playas dentro de la región de la Macaronesia - Azores, Cabo Verde, Madeira y Canarias-. “Hay elementos que son comunes como el clima y las corrientes”, ha detallado Guersis.
Junto a los diferentes ponentes, se presentaron los balances del trabajo y estudio llevado a cabo en cuestión de temas de seguridad en las playas con el objetivo de difundir cuáles son las medidas que se podrían implementar para evitar los riesgos en estos espacios.