Cuántas historias podrían contar los taxistas que recorren las calles día y noche. Cuántas personas y personalidades diferentes han entrado en un mismo vehículo, algunos se suben después de una larga noche de fiesta, otros van al aeropuerto, algunos con destino a casa y otros sin intenciones de volver.
También los taxistas son una lotería, los hay más callados y que prefieren permanecer en un segundo plano y los que te invitan a una conversación pasajera que terminará al final del trayecto. Quién haya cogido un taxi en Maspalomas, al sur de Gran Canaria, quizás ha tenido la suerte de viajar en el taxi con más kilómetros del mundo, con Dominguito al volante o —una vez fallecido— con su hijo.
Sin salir
Lo sorprendente de la historia es que este vehículo no ha salido nunca de la isla. Es un Mercedes Benz W123 Lang 240D Limusina comprado en 1986 con un motor de diésel de cuatro cilindros y 71 cv de cinco velocidades.
Sin salir de Gran Canaria, la limusina de siete plazas se ha recorrido 7 millones de kilómetros. El coche ha pasado de Dominguito, su primer propietario y conductor, a su hijo. En 2008, uno de los tres conductores del taxi, Rafael, propuso arreglar el vehículo para seguir dandole rueda y desde ese momento no ha vuelto a parar, por lo que se ha convertido en el vehículo con más kilómetros del mundo.