La línea entre lo que la policía puede contar y lo que no, es tan fina que en demasiadas ocasiones, los agentes prefieren callarse la boca para no verse envueltos en un problema con sus superiores o lo que puede ser peor, con la justicia. De ahí que muchas veces los periodistas se encuentren con dificultades para poder contar lo que ocurre de la manera más real posible.
El gabinete de prensa de la Policía Nacional de la Jefatura Provincial de Las Palmas lleva desarrollando durante los últimos meses, un trabajo de transparencia, en la medida de sus posibilidades, que puede catalogarse como de sobresaliente.
A pie de calle
Este miércoles, se llevó a cabo en el barrio de Arenales la operación Quijote contra el tráfico de drogas. Allí, a pie de la calle Molino de Viento estaban dos de los miembros de este gabinete, una inspectora, Alicia y un agente, Daniel (también forman parte Vanesa y Sergio).
En un alarde de cambio y de buen hacer, los dos policías estuvieron en todo momento pendientes de los diferentes medios de comunicación que se habían desplazado hasta el lugar de la redada.
Confianza
Por un lado, el ir informando a los periodistas de las acciones que están llevando a cabo casi a tiempo real, ayudan a que la ciudadanía se tranquilice ante la aparición en sus calles de agentes armados, furgonetas o policías con pasamontañas. Porque desde el mismo lugar, los periodistas están en contacto con sus redacciones y la información que se está publicando tiene la garantía de que procede de una fuente veraz, la Policía Nacional.
Por otro lado, los propios agentes que están participando en el operativo, con toda seguridad podrán llevar a cabo las labores propias de su trabajo y no tienen que estar pendientes de cámaras, flashes o periodistas, a veces incómodos, pero que también están haciendo su trabajo y que quieren enterarse de lo que está sucediendo.
Precedentes
Los miembros del gabinete son en esos momentos de tensión, los encargados de identificar a los periodistas (a muchos los conocen) y de tratar con ellos, algo que sin duda tranquilizará a los que están inmersos en las operaciones en curso.
La Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra ha desarrollado este tipo de relación policía-periodista desde hace años. En octubre de 2019 durante los altercados que pusieron patas arriba Barcelona y la convirtieron en una batalla campal como consecuencia de la sentencia del proceso, agentes del gabinete de prensa de los Mossos estaban entre los violentos CDR y los periodistas acreditados ayudando en el control, la seguridad y la información. En otros países de nuestro entorno este tipo de contactos también está bastante más evolucionado.
Lo que está sucediendo en la Jefatura Superior de la Policía Nacional de las Palmas es motivo de orgullo para la Policía y de alegría para los medios de comunicación. Esperemos que no se pierdan las buenas mañas que están demostrando.