La obesidad infantil aumenta cuanto mayor es el peso de los padres y menor es su nivel de renta y de estudios, aunque varía también mucho según la comunidad de residencia, de modo que los niños de Murcia, Cataluña, Andalucía o Canarias (donde el sobrepeso afecta al 25,15% de la población de 2 a 17 años, según un estudio de la Universidad de Murcia), presentan tasas hasta diez veces superiores a los de Navarra, Aragón o Cantabria.
"Las causas son multifactoriales y hay que entender su complejidad: no es solo comer mucho y mal y sedentarismo", zanja a EFE Gilberto Pérez, endocrinólogo y pediatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Más allá de la genética, que no es modificable, el factor individual más importante es "el ejemplo de los padres", su capacidad de fomentar un estilo de vida saludable y reconocer, cuando lo hay, el problema de peso en su hijo, pero el 70 % no lo ve. "La principal limitación es que muchos padres -y profesionales que los atienden- no lo detectan. Así no se puede luchar contra la obesidad infantil".
Los padres
Según un estudio de investigadores de la Universidad de Granada de 2017, el 90 % de los progenitores de niños con exceso de peso creía que estaban en el normal; el 63 % de los padres de adolescentes de 10 a 14 años con sobrepeso y el 40 % de los que tenían obesidad tampoco lo percibían.
Otras de sus conclusiones fueron que las madres tienen más posibilidades de no identificar ese exceso; los padres con sobrepeso/obesidad tienen más posibilidades de no verlo en sus hijos; y las familias con mayor nivel de estudios y mejores niveles de renta identificaron mejor el problema.
Rentas bajas
Muchos son los estudios que ponen a España en lo más alto de las clasificaciones europeas: el Aladino, del Ministerio de Consumo, y el Cosi (Childhood Obesity Surveillance Initiative) de la OMS, arrojan prevalencias de obesidad o sobrepeso en niños de 6 a 9 años del 17,3 % y 23,3 %, respectivamente.
Durante la adolescencia, según el Physical Activity, Sedentarism and Obesity in Spanish Youth (PASOS), de la Gasol Foundation, el exceso de peso en España es del 32,5 % (22,8 % sobrepeso y 9,7 % obesidad).
La prevalencia, añade Pérez, también está ligada al Índice de Masa Corporal de los padres: el 17,2 % de los niños de familias con normopeso se convierte en un 57 % cuando el IMC de los progenitores se acerca al 40 %. Y al nivel de renta: el porcentaje de menores con obesidad se duplica en los hogares con menos ingresos (23,7 %) respecto a los que tienen más (10,5 %).
17 realidades
Recientemente, la Revista Española de Salud Pública ha publicado el estudio "Abordaje de la obesidad infantil. Comparativa entre comunidades autónomas", elaborado por investigadores de la Universidad de Murcia sobre la población española de 2 a 17 años, para la que calcula una tasa de sobrepeso del 18,26 % y de obesidad del 10,3 %.
Aunque las cifras de Murcia (25,75 %), Canarias (25,15 %), Melilla (24,5 %) y Baleares (22,97 %), distan mucho de las de Extremadura (11,8 %); Navarra y Euskadi (13,5 %) y Cataluña (14,8 %).
Mayor aún es la brecha de la obesidad, que en Ceuta alcanza el 17,9 %, seguida de Murcia (14,2 %), Cataluña (12,6 %) y Andalucía (12,4 %). En el otro extremo, Navarra, (1,4 %), y Aragón y Cantabria (2,5 %).
También difieren la forma y recursos para abordar el problema; la ratio nacional de pediatras es de 1,21 y de 0,65 enfermeras, pero en La Rioja es de 1,55 y 0,89, respectivamente, frente a los 0,84 y 0,54 de Baleares. Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia no reconocen de momento a nutricionistas y técnicos en nutrición como personal sanitario.
En este aspecto, Murcia fue pionera ofertando 9 plazas públicas para nutricionistas en los últimos años, seguida de la Comunidad Valenciana (7) y Navarra (1); las de técnicos superiores en nutrición fueron aún mayores, con Andalucía en primer lugar (23), por delante de Castilla y León (14) y la comunidad foral (8).