Sistema Forest: la herramienta que cuida los montes de Canarias desde el cielo

Este sistema ha sido creada por Artificial Intelligence & Robotics, la tercera spin off de la ULPGC y que sirve para geolocalizar focos y líneas de fuego en incendios forestales

Guardar

Artificial Intelligence & Robotics, el rector de la ULPGC y el sistema Forest / MONTAJE AH
Artificial Intelligence & Robotics, el rector de la ULPGC y el sistema Forest / MONTAJE AH

El tiempo es crucial a la hora de hacer frente a un incendio forestal y, año tras año, los montes de Canarias se enfrentan a estos desastres —a veces naturales y en muchas otras ocasiones causados por el ser humano— donde cualquier herramienta que facilite el trabajo a los equipos de extinción y emergencias es bienvenida. Y justamente en eso es en lo que trabajan Jaime Roberto Ticay Rivas y Víctor Alonso Eugenio: en crear una herramienta que vigile los bosques canarios desde el cielo. 

Con este claro objetivo nació Artificial Intelligence & Robotics (AIR), que se ha convertido en la tercera spin off que nace en el seno de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y del Instituto Universitario de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (IDeTIC) y que ha iniciado su actividad con el sistema robótico Forest. Este permite agilizar y ser más precisos en las tareas de vigilancia que requieren las situaciones de emergencia. “Es un sistema transportable, basado en cámaras termográficas, energéticamente independiente y dotado con un sistema de comunicaciones capaz de detectar de forma rápida y precisa, así como geolocalizar focos y líneas de fuego en incendios forestales”, explica la ULPGC en un comunicado. 

Apostarlo todo

Ticay,  Ingeniero de Telecomunicación y uno de los fundadores, llevaba trabajando como investigador en la ULPGC desde el año 2010, aunque los contratos para los investigadores y, en general, el apoyo a la investigación es bastante limitado en España. Una limitación que se vio incrementada tras la crisis y por culpa de los contratos temporales. Fue esa temporalidad, precisamente, la que lo hizo enfrentarse a la realidad: el paro o seguir adelante con su vocación. “Los ritmos de la administración pública son lentos”, cuenta en una entrevista a Atlántico Hoy, “y el sistema Forest sirve para la detección y la geolocalización remota de puntos calientes calculando las coordenadas de los mismos”. La creencia de que su trabajo realmente podía ayudar a Canarias y sus montes es lo que hizo que cogiera el dinero de la prestación por desempleo y lo invirtiera en la creación de AIR. “Podía esperar a un nuevo contrato por parte de la universidad —a partir de 2021 estos debían ser indefinidos—, pero tenía la obligación de no hacerlo porque la agilidad que tienen una empresa tecnológica no se va a alcanzar en la administración”. 

A esta aventura se unieron también Víctor Alonso, Ingeniero Electrónico; y Víctor Araña y Francisco Cabrera, actualmente profesores de la ULPGC en la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación y Electrónica. El principal reto de este dispositivo es proporcionar a los servicios de emergencia un entorno de alerta temprana en caso de riesgos de incendios, mejorando significativamente la conciencia situacional en tiempo real sobre el estado y la evolución del fuego. “Permitirá una monitorización minuto a minuto del avance y reactivación de todos los frentes del incendio, minimizando el riesgo para el personal y facilitando un análisis más preciso para desplegar los recursos de manera más eficiente y efectiva”, destacan.

Vigilar los montes

La tecnología de AIR, por tanto, garantiza detectar incendios forestales en sus etapas más tempranas, proporcionando información precisa sobre su posición, forma, velocidad y dirección de avance en tiempo real. “Si el sistema está desplegado, es capaz de decir dónde está ocurriendo el incendio antes, incluso, de que cualquier persona se de cuenta”. Se trata de incendios en los que media hora de más puede suponer la pérdida de hectáreas y gracias a Forest “la información se transmite de forma instantánea y se envían las notificaciones a los responsables desde que el sistema detecta algo que pueda ser peligroso de manera que la respuesta o el tiempo de respuesta se ve bastante reducido”. 

Además, aunque en el archipiélago hay torres de vigilancia en puntos fijos, el sistema que han creado en AIR es portable y se puede colocar en puntos estratégicos e, incluso, se puede añadir a drones para mantener una vigilancia continúa sobre el terreno natural. “Nuestro sistema puede servir de elemento disuasorio”, afirma Ticay, “estamos evolucionando el sistema de manera que ya no solo localizamos a la foco de calor, sino que también estamos trabajando para identificar y geolocalizar otro tipo de objetos como pueden ser personas o vehículos”. Esto ayudaría a los equipos y fuerzas de seguridad a tener mayores pistas “y saber si ha habido intervención humana en la provocación de un incendio”, concluye.