A raíz de su declaración como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2019, cada vez más senderistas se decanta por recorrer el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Con las temperaturas primaverales un paseo por este paraje de exhuberancia natural y legado cultural se convierte en uno de los planes idóneos para realizar en Canarias esta Semana Santa.
El conjunto abarca los municipios de Artenara, Tejeda, Agaete y Gáldar en una extensión total de de unas 18.000 hectáreas de paraje natural donde se localizan los restos arqueológicos. Además del atractivo natural de la zona, en los yacimientos de las Montañas Sagradas se evidencian conocimientos arquitectónicos y astronómicos de los antiguos canarios.
Por su parte, el antiguo poblado de Risco Caído está compuesto por un total de 21 cuevas que se localiza sobre la margen izquierda de Barranco Hondo en lo alto de un escarpado acantilado. Conocido también como Risco Maldito, este asentamiento estuvo habitado hasta mediados del siglo XX, conformando un enclave geográfico que muestra la pervivencia hasta tiempos reciente de formas de vidas enraizadas en la herencia prehispánica.
Una réplica exacta
Si bien todas están dotadas de gran profusión de grabados, cazoletas y bajorrelieves, entre la veintena de cuevas de Risco Caído destaca por su relevancia astronómica, ceremonial y simbólica la denominada cueva 6, conocida como templo, almogarén o santuario de Risco Caído. Por motivos de conservación el acceso está vetado, de manera que la única opción es visitar la réplica a tamaño real en el Centro de Interpretación situado en el casco urbano de Artenara.
De planta circular y cúpula paraboloide, la cueva 6 es un recinto que dispone de un ingenio óptico o canal de luz excavado que proyecta la luz del sol o la luna llena en una de las paredes de la cámara principal, donde se encuentran precisamente las manifestaciones rupestres. Desde el próximo equinoccio de primavera (20 de marzo) hasta el de otoño (22 de septiembre), todos los días los primeros rayos del Sol del amanecer penetran al interior de la cueva creando una imagen solar sobre los grabados de la pared oeste.
El santuario es una manifestación única de un lenguaje visual a través de la luz que penetra por la abertura, específicamente diseñada para tal fin. A modo de calendario, durante el solsticio de verano, las primeras luces del día recorren las paredes de lado a lado, iluminando los grabados rupestres relacionados con símbolos de fertilidad. El mismo efecto se produce durante el solsticio de invierno, esta vez, gracias a la luz que proyecta en sus paredes la luna llena.
Entre el Nublo y el Bentayga
Aunque la ruta forma parte del denominado sendero Gran Canaria-90, que continúa hasta Agaete para completar un trazado total de 26 km, el sendero propuesta comprende solo los primeros 9 km, desde Tejeda hasta Artenara. Comenzando en la Cruz de Tejeda el itinerario nos conduce a través del borde norte de la caldera desde donde apreciaremos unas espectaculares vistas de los la Montañas Sagradas presididas por el Roque Nublo y el Bentayga.
Entre profundos y escarpados barrancos, el sendero recorre, además, la práctica totalidad de Bien de Interés Cultural de Risco Chapín y se asoma hacia el borde norte del Paisaje Cultural donde se encuentra el yacimiento o de Risco Caído. En el trayecto hay dos hitos relevantes señalizados: las Cuevas de Caballero y la Cueva de Los Candiles, si bien habrá que tomar un desvió de la ruta principal. Finalmente, se accede a Artenara pasando por el Mirador de Los Poetas.