Los vecinos del barrio de Arenales respiran un poco más aliviados después de que este martes, seis narcos, que tenían su base de operaciones en la calle Molino de Viento, reconocieran ante los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas que eran culpables de vender cocaína y crack de mayo de 2018 a febrero de 2019.
María D.S.S. ha sido condenada a tres años de cárcel y a una multa de 3.000 euros, Mencey R.S.S., a un año y 6 meses de prisión y a una multa de 2.000 euros, Yeray M.S., a tres años y a una multa de 3.000 euros, Audrey A.O., a un año y once meses y a una multa de 2.000 euros, Iván A.N.R., a un año y seis meses y a una multa de 1.000 euros y E.S.M., a dos años y tres meses de cárcel y a una multa de 1.500 euros.
Lo niegan
Las otras cinco personas (cuatro mujeres y un hombre) que estaban acusadas de la venta de sustancias estupefacientes, en dos inmuebles situados en la mencionada calle de Las Palmas de Gran Canaria, negaron los hechos.
Ante las preguntas del fiscal Antonio Amor, V.A.F.D. aseguró que ella no vendía droga. “Estaba enganchada y trabajaba de prostituta para poder consumir”, explicó la joven.
Más prostitución
Algo parecido contó E.R.S., que durante los hechos que estaban siendo enjuiciados hoy estaba cumpliendo condena en una cárcel de Gran Canaria. “Yo ejercía la prostitución en el número 48 de la calle. Mi domicilio era la prisión, estaba con el tercer grado. Molino de Viento era donde trabajaba como prostituta para ganarme la vida”, explicó la joven.
También negó los hechos que le imputaban Y.R.T. “Trabajaba allí y éramos entre nueve y diez prostitutas. Consumía un gramo de crack al día, pero llevo un año limpia”.
UDYCO
Otra de las acusadas, M.Y.R.R. relató ante la sala que nunca en su vida se había drogado, ni había vendido drogas, pero reconoció haber pasado tiempo en una de las viviendas junto a su novio J.J.O.P. porque también era prostituta. “Iba a ese domicilio porque mi pareja estaba trabajando allí y la acompañaba para cuidarla, pero nunca he vendido droga. Yo estaba en la cárcel y salía por el día, había mucha gente por allí que también estaba en prisión y lo normal era que los saludara”, explicó el novio de la chica.
El juicio de estas cinco personas, acusadas de ser las presuntas autoras de un delito de salud pública de tráfico de drogas en la modalidad de sustancias que causan grave daño para la salud, continuará mañana con las declaraciones de los agentes del grupo V de la UDYCO (Brigada Central de Estupefacientes) de la Policía Nacional.