El yoga, más allá de considerarse como una práctica o un tipo de ejercicio, puede llegar a ser mucho más, incluso un estilo de vida. A través de sus ejercicios físicos y su meditación, podemos fortalecer al mismo tiempo nuestro cuerpo y nuestra mente. Por lo que yo lo veo como un gran complemento a nuestra rutina deportiva.
Dependiendo de la corriente o la escuela de yoga, encontraremos multitud de variantes. Aquí recojo un resumen de las principales y las más conocidas. Las hay más enfocados al físico (fuerza y resistencia) y otras más dirigidas a la mente, a través de la meditación.
Además, en mi caso, me ha ayudado y mucho a mejorar la flexibilidad, la postura corporal y el equilibrio; y por tanto a mejorar mi recuperación, tras realizar alguna práctica deportiva muy intensa. Como es el caso por ejemplo de las carreras de trail running, que se han puesto tan de moda en estos últimos años, pero que son muy agresivas para nuestros músculos y articulaciones.
Muchas veces había pensado que el yoga no era para mí, lo veía demasiado tranquilo, lento, e incluso aburrido. Sin embargo, solo se trataba de encontrar el estilo que mejor se adaptaba a mí. Aprendí, que hay muchas variantes y que cada una puede aportarnos diferentes tipos de beneficios, en función de nuestros objetivos.
Dependiendo de la corriente o la escuela de yoga, encontraremos multitud de variantes. Aquí recojo un resumen de las principales y las más conocidas. Las hay más enfocados al físico (fuerza y resistencia) y otras más dirigidas a la mente, a través de la meditación.
6 TIPOS DE YOGA
1. Hatha Yoga
Es lo que generalmente conocemos como yoga, ya que es el que se encarga de trabajar la parte física del cuerpo. Quizás se el que más hemos oído, o más nos suena. Y muchas veces es el que encontramos en los gimnasios. El resto de estilos que se podrían englobar dentro de él.