La saturación de la sanidad canaria pone en riesgo la prevención y calidad de vida de los pacientes

Las listas de espera interminables y la falta de recursos humanos y materiales están impactando de forma directa en la calidad del servicio y afectando a la prevención, explica el presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, Rodrigo Martín

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Sala de espera saturada / EFE
Sala de espera saturada / EFE

Marina llama para pedir cita para su revisión ginecológica; sin embargo, no consigue ninguna fecha disponible. “Debido a lo saturados que están, no están dando citas de revisión”, cuenta. Por lo que se ha quedado sin su exploración y citología recomendada cada año o al menos cada tres. 

Rodrigo Martín, presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, destaca que las listas de espera interminables y la falta de recursos humanos y materiales están impactando de forma directa en la calidad del servicio y afectando a la prevención, una herramienta clave para evitar complicaciones de salud a largo plazo. 

147 días para ver a un especialista

“La sanidad, al igual que la justicia, pierde efectividad si no se actúa a tiempo. Un seguimiento tardío no tiene el mismo impacto, especialmente cuando la atención prioriza patologías graves dejando relegadas otras enfermedades, que aunque menos graves, afectan psicológicamente a los pacientes”, explica Martín. 

La saturación compromete los servicios de la sanidad pública canaria, en la que la lista de espera para consultas con especialistas asciende a 147 días, muy por encima de los 49 días que esperan los pacientes del País Vasco. 

Impacto en la calidad de vida

La medicina preventiva se ve afectada por la saturación. Según Martín, herramientas modernas como la digitalización y la inteligencia artificial tienen un enorme potencial para prevenir enfermedades y reducir la presión sobre el sistema. No obstante, su implementación es mínima debido a la falta de recursos

“La prevención debería ser una prioridad, pero no lo es. Y cuando no se previenen patologías, estas surgen con mayor gravedad y frecuencia, lo que sobrecarga aún más el sistema”, afirma.

Además, el experto advierte que el impacto no es solo físico, sino también mental. Los pacientes que esperan largas temporadas para consultas de seguimiento o revisiones viven con incertidumbre, lo que puede derivar en problemas de salud mental. "La sanidad pública debería garantizar no solo vida, sino calidad de vida. Y eso pasa por priorizar la prevención y el bienestar psicológico de los pacientes", concluye.

Una doctora atiende a una paciente y le hace unas pruebas / EFE
Una doctora atiende a una paciente y le hace unas pruebas / EFE

Misma situación en la sanidad privada

Laura es la pareja de Marina y le ha pasado lo mismo, pero en la sanidad privada. Pensando que se ahorraría un poco de espera y aprovechando el seguro que tiene con su empresa, probó a pedir cita en noviembre, pero la más cercana disponible que podían ofrecerle es para abril del próximo año. 

Es así como esta crisis no es exclusiva del sistema público. La sanidad privada, que muchos usuarios han utilizado como alternativa, también está al borde del colapso. Según Martín, la alta demanda ha saturado los servicios concertados, lo que ha llevado a listas de espera similares a las del sistema público.

Falta de médicos y recursos

El presidente del Colegio de Médicos señala que la raíz del problema radica en una crónica falta de personal médico. “Los profesionales están desbordados. Donde antes se atendían 20 pacientes al día, ahora se atienden 30 o 40. Esto deteriora la calidad de la atención y aumenta el estrés de los sanitarios”, lamenta.

También critica la falta de incentivos para atraer y retener médicos en la región. Condiciones laborales menos atractivas que en otras comunidades autónomas provocan una fuga de profesionales hacia territorios como Murcia o Andalucía. Este fenómeno agrava la crisis en un sistema ya sobrecargado.

A ello se suma la insuficiencia de infraestructuras adecuadas: hospitales como los del norte y sur de Tenerife no están operativos al 100%, y hace décadas que se necesita un nuevo hospital de tercer nivel en la isla, apunta. Así como asumir la atención de las personas migrantes y los turistas que suponen “más y más sobrecarga” en un sistema que no cuenta con más recursos para ello. 

Soluciones a largo plazo 

Martín insiste en que se requiere un plan estratégico consensuado que priorice la prevención, mejore las condiciones laborales del personal sanitario y modernice las infraestructuras.

 "La solución pasa por atraer médicos con mejores contratos y por diseñar un sistema que no dependa de ciclos electorales, sino de un compromiso a largo plazo con la sanidad pública", enfatiza. Sin estas acciones, advierte, la calidad de la sanidad pública española, incluida la canaria, seguirá deteriorándose.