La calima persigue a los canarios y canarias en una semana que incomoda a los más sensibles al polvo en suspensión. La consejería de Sanidad ha recomendado una serie de medidas como hidratarse, evitar la exposición prolongada al aire exterior, mantener las puertas cerradas y no realizar esfuerzos físicos al aire libre.
El polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias y, en muchas ocasiones, puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias como asma o enfermedad obstructiva crónica (EPOC), que aumentan las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios.
Los problemas de la calima
La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio, añade la Consejería de Sanidad en su comunicado. Por ello, recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios, como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas las medidas siguientes:
- No salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas.
- Realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos.
- Mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse.
- No realizar ejercicios físicos en el exterior.
- En caso de empeorar los síntomas respiratorios llamar al 1-1-2.