La Dirección General de Salud Pública padece desde hace tiempo una falta de personal importante. La última Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que se llevó a cabo fue en el año 1996 y desde entonces son 150 personas las que componen la plantilla. Al menos sobre el papel porque, según ha podido saber Atlántico Hoy, aproximadamente un 30% no está cubierta. A esta realidad se une ahora que el Servicio Canario de la Salud (SCS) puede quitarle seis plazas –de las 14 que entran en sus planes y que tienen un coste de 519.526,42 euros– para subirle el sueldo a otros empleados.
Las personas que se han puesto en contacto con este periódico para protestar por la situación explican que se oponen a que ese incremento de salario sea a costa de la Dirección General de Salud Pública. La razón es que si pasaran a tener menos personal la carga de trabajo sería mayor para cada persona y no darían abasto.
Versión de Sanidad
Este diario ha llamado a la Consejería de Sanidad para conocer su versión y las fuentes consultadas detallan que “se trata de una reorganización interna del SCS que implica modificaciones de la RPT aprobada por la Junta de Personal por unanimidad”.
“Son plazas que estaban desocupadas, la mayoría de ellas con la condición de personal laboral, que son a extinguir por ley”, culminan desde el área del Gobierno regional gestionada por Esther Monzón. La realidad es que hasta hace unos meses sí estaban ocupadas, pero las personas que pertenecían a esos puestos se han jubilado y no serán sustituidas.
El expediente
El expediente que puede suprimir las seis plazas parte de la dirección general de recursos humanos del SCS. El departamento que gestiona José Ángel González solicitó un informe al comité de empresa que acabó el 26 de octubre y ya está emitido. Solo falta esperar a que se apruebe y sea oficial.
El tema abarca muchas aristas y para poder entender la relevancia del asunto es necesario ir por partes. La primera pregunta que puede surgir es querer saber por qué para incrementar el salario de unos hay que prescindir de otros. La respuesta es que el aumento de sueldo debe ser a coste cero.
La actividad aumenta
En realidad, esta decisión ha sido la gota que colmó el vaso. No es la primera vez que trabajadores de Salud Pública exponen el problema al que se enfrentan por la escasez de personal. “La última RPT se realizó hace 27 años y la actividad se ha multiplicado un 400%”, cuentan. “Pero con las mismas personas y eso no es asumible, hay una cantidad bárbara de expedientes para los pocos que somos”, añaden.
Necesitan que se aumente la plantilla en algunos órganos como promoción de la salud y seguridad alimentaria. También hay otros como sanidad ambiental o epidemiología y prevención. Eso sí, antes es fundamental que se cubra el 100% de las plazas porque a día de hoy no llegan al centenar de profesionales cuando de forma oficial son 150.
Jubilaciones sin cubrir
“Poco a poco, la gente se ha ido jubilando y esas bajas no se sustituyen. No se consiguen cubrir y cuando una plaza queda vacante, un tiempo después se le quita la parte presupuestaria”, detallan. Es algo un poco distinto a lo que ocurre con las seis plazas que ahora se busca suprimir porque sí tienen financiación.
Consideran clave que haya más gente “para dar cumplimiento a las funciones que tienen atribuidas en la prevención de la enfermedad, la protección y promoción de la salud de la población”. Así como que se cubran “atendiendo a los principios de igualdad, mérito y capacidad”.
"Nos sentimos abandonados"
“Parece que la Dirección General de Salud Pública agoniza porque originalmente teníamos 150 y ahora menos de 100, no se incrementan las plazas, no se cubren las bajas y nos van a quitar seis de las 14 plazas que se suprimirán en total”, subrayan.
“En muchas ocasiones”, dicen, “hemos suplido esa carencia con horarios, estamos muy tensionados”. “Nos sentimos abandonados por el SCS”, agregan. Llegados a este punto, merece la pena diferenciar los conceptos de sanidad pública y salud pública. Van de la mano, pero hay matices.
Carrera sanitaria
La sanidad cuenta con los medios para asistir a la población que necesite asistencia médica, mientras que la salud pública se encarga de diseñar las medidas de prevención para intentar que la gente no llegue a enfermar.
En definitiva, entre más inviertes en salud pública, menos casos deberá atender la sanidad. El lector se preguntará a qué viene este paréntesis. Pues porque otra de sus peticiones es que se les reconozca la carrera sanitaria a los que trabajan en la dirección general a nivel administrativo.
Mejores instalaciones
“Se trata de un incentivo económico que tiene el personal de hospitales y de atención primaria que, aunque no progresan en puestos, sí tienen esto que les beneficia. Y el SCS nos lo niega al resto”, apuntan las fuentes entrevistadas por este medio.
Unido a sus peticiones de personal también reclaman una “adecuación y acondicionamiento urgente del lugar y de los puestos de trabajo de la Dirección General de Salud Pública”. Indican que en las sedes de las dos capitales canarias hace falta pintar o eliminar barreras arquitectónicas.