Un avión de Ryanair procedente de Viena y con destino Gran Canaria ha tenido que solicitar a la torre de control que mandase una patrulla de policía a la pista de aterrizaje para detener a tres pasajeros borrachos que estaban alterando el orden a bordo.
La noticia la ha adelantado la cuenta oficial de los Controladores Aéreos, que ha mandado "mucho ánimo a las tripulaciones que a menudo tienen que lidiar con estas situaciones".
Casos similares
Hace apenas dos semanas, una aeronave de la misma aerolínea pidio también presencia policial tras un vuelo Madrid-Lanzarote por unos pasajeros que estaban fumando en cabina.
En ese caso, el avión aterrizó con normalidad y la policía retiró a estos pasajeros, según explicaron los controladores.