Hace 25 años la 'Ruta Canaria' se cobró sus primeras víctimas: entre ellas, un menor

La asociación Entre Mares recordará a los jóvenes que perdieron la vida el 24 de julio de 1999 cuando estaban a punto de alcanzar la costa de Fuerteventura

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Hace 25 años la 'Ruta Canaria' se cobró sus primeras víctimas. / EFE
Hace 25 años la 'Ruta Canaria' se cobró sus primeras víctimas. / EFE

En pleno verano de 1999, varios jóvenes naturales de Sidi Ifni (Marruecos) salieron de su país natal con el objetivo de llegar a Canarias para buscar una vida mejor. La embarcación donde viajaban naufragó cuando estaban a punto de alcanzar Fuerteventura. Chocaron contra alguna roca cercana a la playa de La Señora (Jandía) —al sur de la Isla—, se ahogaron a muy pocos metros de la orilla y el 24 de julio de aquel año aparecieron nueve cadáveres, entre ellos el de un menor que murió con tan solo 15 años, en la costa majorera. Siempre serán recordados como los primeros migrantes que fallecieron en el mar cuando iban de camino al Archipiélago.

Con el tiempo aparecieron otros cuerpos y también hubo acompañantes que lograron sobrevivir a aquella tragedia. “Es un hecho que está marcado a fuego en la historia reciente de Fuerteventura”, afirma Marco Aurelio Rodríguez, presidente de la asociación Entre Mares, en declaraciones concedidas a Atlántico Hoy. Para honrar la memoria de quienes perdieron su vida hace ahora 25 años, la entidad ha organizado unas actividades que comenzarán este viernes. Se desplazarán hasta Puerto del Rosario a las 19:30 para celebrar un acto que ayude a conmemorar, recordar y reflexionar sobre las tres décadas que tiene la ‘Ruta Canaria’ —se cumplen el próximo 28 de agosto—.

Las cifras

Al día siguiente estarán en la playa de La Señora, donde hay un monumento dedicado a esas personas. Allí quieren depositar un homenaje floral y tratar de que estén presentes, cuenta, personas que en estos años han sido importantes en esta cuestión de Canarias como lugar de tránsito migratorio. La organización Caminando Fronteras catalogó en 2022 la ‘Ruta Canaria’ como el recorrido más peligroso del mundo. Las cifras son alarmantes porque solo en lo que va de año han muerto más de 5.000 personas que tenían la esperanza de llegar al Archipiélago.

Rodríguez incide en que el problema no solo está en los fallecimientos constatados, sino en las previsiones que se hacen de los desaparecidos. Una estimación que, para él, se queda muy corta. “Algo se está haciendo rematadamente mal”, exclama. Sobre todo, apunta, si se considera hacer las cosas bien que las personas lleguen vivas y que cuando estén aquí existan unos recursos adecuados para que se salvaguarden sus derechos básicos de seres humanos.

Migrantes desembarcando en Canarias / EFE
Migrantes desembarcando en Canarias / EFE

Política europea

Señala que los migrantes que provienen del continente africano se suben a embarcaciones precarias porque no tienen ninguna otra posibilidad. “No porque no lo puedan pagar porque el viaje en la patera es mucho más caro que el avión, sino porque no se les permite volar”, manifiesta el presidente de Entre Mares. “Y es nuestro continente vecino, al que nos referimos diciendo que representa una oportunidad para el desarrollo de Canarias, los abocamos a arriesgar su vida”, explica. 

“La segunda cuestión es la política de la Unión Europea (UE), que no solo no les permite llegar en avión, sino que externaliza sus propias fronteras. Antes estaban delimitadas por el Mediterráneo, pero desde que empieza ese tránsito migratorio a través de Canarias, nos damos cuenta de que empiezan a llamarnos la frontera sur de Europa cuando no lo éramos. Hay una raya que divide al continente africano de las Islas, la ha impuesto la Unión Europea con su control por parte de Frontex en el que se invierte mucho dinero”, prosigue. 

El cartel de las actividades junto a una migrante llegada a Canarias / MONTAJE AH
El cartel de las actividades junto a una migrante llegada a Canarias / MONTAJE AH

La deshumanización

Estamos ahondando aún más en la peligrosidad de la ruta, los que aún así salen porque no les queda otra que hacerlo porque no tienen ningún futuro allí donde están o porque el riesgo que corren sus vidas o su falta de expectativas de vida es grande, deben sortear todo tipo de problemas”, asegura. Un inconveniente agravado con que cada vez se tienen que desplazar más al sur para salir desde, por ejemplo, Mauritania o Senegal.

Cuando una persona fallece en el mar y no es posible determinar su identidad, son considerados solo como números. Una impersonalización que para Rodríguez conviene a esta política de externalización y de blindaje de fronteras de la UE, “de deshumanización del fenómeno migratorio”. “Y sobre todo para que el discurso sobre la inmigración se enfoque como problema y no como fenómeno natural que ha existido siempre en el mundo y que siempre seguirá existiendo”, agrega.

Sostiene que quien escarba “un poquito en las historias personales de cada uno de ellos” se encuentra con que todas estas personas que desaparecen y mueren en el mar tienen padres, familia y hermanos “que son esos pueblos vecinos nuestros”. “No podemos tener una población aquí cerca con la que queremos trabajar y sin embargo ignorarlas por completo en su realidad humana”, sentencia.

Entre Mares

La asociación Entre Mares ayuda a los migrantes —no solo africanos, también de Latinoamérica— a su integración desde el 1 de marzo de 2014. Les echa una mano con visados, protección social o autorización de residencia, entre otros. Durante la tarde de este sábado estarán en Tetir (Puerto del Rosario), en el Centro Cultural, para celebrar sus 10 años de vida. Su finalidad es transformar la concepción del fenómeno migratorio a través de elementos que la hagan más amplia y flexible.