Un equipo compuesto por cuatro veteranos de guerra, dos británicos y tres ucranianos, se prepara para un desafío monumental: cruzar el Atlántico a remo desde Canarias hasta Barbados. Una travesía de más de 4.700 kilómetros, que esperan recorrer en unas seis semanas.
¿Su motivación? Sensibilizar al mundo sobre el impacto humano de la guerra de Ucrania, así como recaudar fondos para contribuir a la rehabilitación de soldados heridos, como ellos mismos, que, tras combatir, perdieron alguna extremidad o tienen cicatrices por su cuerpo. Y también esperan romper sus propias barreras personales.
Cuatro veteranos
La iniciativa, denominada ROW4UKRAINE, está liderada por Lee Spencer, un exmarine británico que, tras perder una pierna, ha cruzado el Atlántico en dos ocasiones, obteniendo un récord Guinness en el proceso.
Junto a él remarán Andy Merry, también británico, y los ucranianos Ivan Gavrylko y Pavlo Bilous, todos ellos veteranos heridos en combate. “Lo hacemos, ante todo, para llamar la atención sobre el coste humano de la guerra”, señaló Spencer. “Queremos mostrar que, aunque enfrentemos desafíos físicos, podemos superar nuestras limitaciones y vivir plenamente”.
El barco
El grupo se formó gracias a una idea propuesta por Dmytro Rezvoy, un experto en embarcaciones de remo oceánico con más de 20 años de experiencia. “Este barco - al que puso el nombre de su hija Sofya - es un proyecto personal en el que he trabajado durante los últimos tres años”, comenta Rezvoy. “Lo trasladamos de Ucrania al Reino Unido, instalamos los equipos necesarios y conseguimos patrocinadores. Ahora está listo en Gran Canaria”.
Aunque no participará en la travesía, su conexión con parte de la tripulación es profunda. “Conozco a Lee desde hace 15 años y le he ayudado con otros proyectos así”, cuenta Rezvoy. “También conozco a Ivan desde que éramos pequeños. Cuando les hablé de esta idea, aceptaron inmediatamente”. Lee, con su experiencia, e Ivan, que siempre soñó con una travesía oceánica, fueron el núcleo del equipo. Poco a poco encontraron a las personas adecuadas para completar la tripulación.
Su propósito
Más allá de completar la hazaña, el equipo tiene como meta recaudar 150.000 libras esterlinas para la fundación Invictus Games, destinada a la rehabilitación de veteranos heridos a través del deporte y la aventura. Pero su propósito va más allá de lo económico.
“El proyecto busca inspirar a otros veteranos a seguir adelante con sus vidas pese a sus heridas. Todo está en la mentalidad”, explica Gavrylko. “También queremos mostrar al mundo cómo el pueblo ucraniano lucha por su libertad y su democracia”.
La preparación
Los cuatro hombres han trabajado intensamente en su preparación. Además de sus habilidades como ex militares, los tripulantes ucranianos resaltan que también se sienten preparados al formar parte de los Scouts ucranianos, un movimiento juvenil y de adultos que fomenta la autosuficiencia, la resiliencia y el trabajo en equipo. Este vínculo les proporcionó una base sólida de disciplina y preparación, habilidades esenciales para un desafío como este.
“El esfuerzo físico será inmenso”, indica Spencer. Durante el viaje, los remeros se turnarán en turnos de dos horas durante el día y tres horas por la noche para asegurarse un mínimo descanso.
Y en cuanto a la comida: “Una persona promedio quema entre 2.000 y 2.300 calorías al día. Nosotros consumiremos entre 8.000 y 10.000, por lo que tendremos que ingerir al menos 6.000 calorías diarias. Nuestro alimento principal será comida deshidratada de alto contenido energético… y mucha salsa picante”, bromea el exmarine.
Mensaje de solidaridad
El equipo de Row4Ukraine espera zarpar el 1 de diciembre, dependiendo de las condiciones climáticas y las corrientes del Atlántico. Se estima que el viaje durará unas seis semanas.
Con esta aventura, los veteranos no solo desafían las adversidades del océano, sino que también envían un poderoso mensaje de solidaridad, superación y esperanza a todos aquellos que han sido afectados por los horrores de la guerra.