Un vecino de municipio de Arona ha recurrido la decisión de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife que rechazó de forma provisional la reclamación que presentó tras encontrar por la calle un reloj de la marca Rolex valorado entre 22.000 y 35.000 euros y que, tras entregarlo a la Policía Nacional, desapareció posteriormente en la oficina de objetos perdidos.
Los hechos se remontan a 2017 cuando este hombre se encontró dicho reloj en plena calle y lo entregó a la Policía Nacional que, a su vez, lo depositó en la oficina de objetos robados del Ayuntamiento de Arona, según explicó a Efe su abogado Antonio Padilla.
Dos años para reclamar
Tras el periodo estipulado por la ley -dos años- para que si un objeto perdido nadie lo reclama pasa a ser propiedad de quién lo haya encontrado, el vecino acudió a la oficina de objetos perdidos y le informaron que nadie lo había reclamado, pero el objeto no aparecía.
Por ello, presentó una primera denuncia que fue sobreseída, aunque luego la Audiencia Provincial la retomó al considerar que había indicios de delito.
Sin pruebas del autor
Sin embargo, finalmente también la rechazó de forma provisional porque, aunque admitía que es muy posible que se esté ante una infracción penal, consideraba imposible determinar con exactitud quién sería el autor de la apropiación indebida.
Antonio Padilla, que presentó dos recursos, uno de reforma y otro de apelación, que están a la espera de ser resueltos, ha manifestado que existe la posibilidad de que el denunciante acuda a una reclamación patrimonial contra el Ayuntamiento al entender que podría haber hecho dejación de sus obligaciones.
Fácil acceso de muchas personas
Cuando declaró en el juzgado, la entonces responsable de la oficina de objetos perdidos manifestó que por allí entraba mucha gente y podían acceder a las llaves empleadas para guardar los objetos de más valor y dinero.
La trabajadora recordaba perfectamente cómo llegó a sus manos ese reloj y también que, cuando se jubiló, figuraba en el inventario de los objetos depositados. Además, según el abogado, asegura que en ese momento el reloj estaba dentro de una vitrina.