La necesidad humana —agitada por la miseria, los sueños de prosperidad, desastres naturales o incertidumbre política— y el regreso tan corriente como puntual de Las Calmas —el anticiclón que nos ronda se debilita, el alisio sopla con menos fuerza y el mar se queda como un plato— han dibujado un repunte migratorio en la ruta canaria.
Sólo en el último fin de semana llegaron a las Islas 1.282 supervivientes de trayectos en pateras, cayucos y lanchas neumáticas —un número ligeramente superior al de todo agosto—. La cifra, que insinúa una posible crisis humanitaria, ha obligado al Estado —a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones— a reactivar centros de acogida en las Islas. Este lunes, por ejemplo, 400 personas pasaron la noche en el rehabilitado Campamento de Las Canteras (Tenerife).
2.708 menores
Nadie, ni administraciones públicas ni organizaciones del tercer sector, se atrevió este lunes a dar un número exacto del número de migrantes acogidos en el Archipiélago. "Los datos de ocupación", argumentan desde una ONG, "son muy cambiantes porque están derivando a las personas a la Península en unas tres semanas". En líneas similares se movió la información que trasladó Delegación del Gobierno en Canarias a preguntas de este medio.
La única cifra oficial que se transmitió de migrantes acogidos en el Archipiélago, por parte de una administración pública, la ofreció Alfonso Cabello —viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias— al concretar el número de menores migrantes bajo custodia del Ejecutivo regional: 2.708. Desde 2021, sólo 346 de los bebés, niños y adolescentes que han llegado a las costas de las Islas sin la compañía de padres o tutores han sido trasladados a otras comunidades autónomas.
Cerca de 4.000 adultos
El número de migrantes adultos que ocupan alguna plaza de acogida en Canarias, según los números que manejan las ONG y sin contar a todos los que alcanzaron nuestras costas este fin de semana, ya debe rondar los 4.000. Accem, por ejemplo, comunicó que alberga a unas 2.220 personas repartidas en tres centros: 1.700 en el dispositivo de Las Raíces (Tenerife), 400 en Las Canteras y 120 en el centro de Montaña Mina (Lanzarote).
En Fuerteventura, según información obtenida por este periódico a través de organizaciones del tercer sector, Cepaim acogía este lunes a 144 personas repartidas en El Matorral y Puerto del Rosario, mientras que Cruz Roja —a 30 de agosto— albergaba a 46 personas en el Centro Cisneros.
Al cierre del pasado mes, en Gran Canaria había 824 migrantes. El Canarias 50 daba cobijo a 687, el Hotel Alisios a 73 y los centros dirigidos por Cruz Blanca (López Botas y García Tello) sumaban 64.
7.000 camas en 2020
El Plan Canarias, impulsado por el Estado, estableció 7.000 plazas de acogida durante la crisis migratoria de 2020. A final de 2022, esa cifra había bajado a 4.036 camas y el BOE, ante el descenso en la llegada de migrantes, fijaba en poco más de 700 las dispuestas para este año.
La realidad, sin embargo, ha trastocado los planes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. La inestabilidad en Senegal y Malí, los golpes de estado en Níger, Gabón o Guinea y el terremoto de Marruecos trazan en el horizonte un otoño complejo en la ruta canaria.
La tendencia avisa: entre enero y julio, el número de migrantes que llegaron a Canarias —con respecto al mismo periodo de 2022— había descendido un 11%. En agosto se vio el primer repunte con aumento de un 7%. Lo de septiembre, tras lo visto este fin de semana, apunta a crisis humanitaria.