El Instituto Canario de la Vivienda (ICAVI) y la Federación Canaria de Municipios (FECAM) han firmado un convenio para combatir la despoblación del medio rural en el archipiélago dentro del Plan de Vivienda de Canarias 2020-25. Este tiene como objetivo aportar subvenciones a los municipios de menos de 20.000 habitantes para fomentar la adquisición o construcción de viviendas en régimen de alquiler. Además, servirán para incrementar el parque público de alquiler social a través de la rehabilitación de inmuebles en desuso que sean de titularidad municipal.
“También se promoverá la rehabilitación de viviendas de titularidad privada cuyos propietarios reúnan los requisitos que se establezcan en las resoluciones de concesión, proporcionando a las viviendas ubicadas en estos enclaves las adecuadas condiciones de habitabilidad, ahorro de consumo energético, elementos estructurales y, en definitiva, aquellas obras necesarias para el adecuado mantenimiento de las mismas”, expone el Boletín Oficial de Canarias (BOC).
Despoblación
La despoblación de los entornos rurales es algo que lleva sucediendo desde hace años en todo el territorio nacional. “Cuando afectan a áreas de baja densidad, desequilibradas en estructura de edades, género y cualificaciones, que además carecen de un sistema urbano que vertebre su territorio, la perspectiva futura es muy negativa”, continúa defendiendo el documento oficial.
De esta forma, el medio rural ha alcanzado un grado de envejecimiento muy superior al ya de por sí habitualmente elevado de tal forma que “la situación ha adquirido tintes particularmente extremos en algunos municipios”. El Gobierno de Canarias, por tanto, ha visto necesario que “la despoblación se incorpore como un criterio a la hora de distribuir la construcción o rehabilitación de viviendas de protección pública a escala autonómica”.
El plan
Este programa, además de fomentar la construcción y adquisición de viviendas en régimen de alquiler, “atenderá a la rehabilitación de viviendas para proporcionar las adecuadas condiciones de habitabilidad, reducción de la demanda energética, elementos estructurales y, en definitiva, aquellas obras necesarias para el adecuado mantenimiento de las mismas".
Asimismo, este plan se configura como “un instrumento de reactivación económica y de creación de empleo en el medio rural, gracias a la implicación de las empresas locales en las obras de rehabilitación que se acometan a su amparo”, asegura el BOC.