El Gobierno autonómico ha publicado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) los requisitos que han de cumplir las clínicas privadas que concierten acuerdos con el Servicio Canario de la Salud. Entre ellos destacan los precios máximos que se pueden establecer por los servicios sanitarios, así como el personal sanitario mínimo que ha de formar la plantilla en función de las camas.
¿Son suficientes, por ejemplo, tres enfermeros/as por cada 25 camas? Asamblea 7 islas tiene una respuesta clara, no. Octavio Sánchez, portavoz del movimiento de sanitarios, apunta que los ratios establecidos “tiran por lo bajo” y no contribuyen a ofrecer un “buen servicio” a los pacientes que son derivados a las clínicas concertadas, que son en su mayoría “pacientes crónicos y dependientes”, que requieren una mayor atención.
Tres enfermeros/as por turno
Por ejemplo, en el documento queda marcado que la unidad de hospitalización de media estancia contará, por cada 25 camas, con tres enfermeros/as en el turno de mañana y dos tanto en la tarde como en la noche, resaltando que el índice mínimo es de 0,45 enfermeros por cama, “sin que, en ningún caso, el número de enfermeros sea inferior a uno por turno”. Ratio que se repite también en lo que respecta a los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería.
Para Sánchez esto no es viable, teniendo en cuenta el tipo de paciente que es derivado a las clínicas concertadas. Se tratan de “pacientes crónicos con muchas patologías” y “personas mayores” que requieren de cuidados clínicos o que no se pueden derivar a residencias “al no haber plazas” y “necesitan una atención las 24 horas del día”, como aseo, darles de comer y un largo etcétera que supone estar con la persona “un par de horas”, lo que es “un desgaste brutal” para el personal.
E igual ocurre con el ratio establecido para los fisioterapeutas, siendo 0,05 por cama de lunes a viernes, lo que lleva a que el especialista “no esté el tiempo que deben estar para darle el ejercicio necesario al paciente”.
Mirar por el dinero en lugar de por el paciente
Es por ello que Sánchez atestigua que lo ideal sería duplicar cada uno de esos números de personal sanitario y, aún así, “nos quedamos cortos”. No obstante, expone aquí juegan un papel importante el objetivo de las dos partes implicadas. Por un lado, como empresa, las clínicas privadas optan por “tener poco personal” y buscan “ganar dinero y sacar la mayor rentabilidad”, mientras que la administración pública “quiere gastar el menor dinero posible”, por lo que “no se mira por el paciente, sino por las perras”.
Asamble 7 islas apuesta por que la sanidad privada sea complementaria y no sustitutoria de la pública. “Ojalá podamos asumir todos esos pacientes y no tengamos que derivarlos”, desea el portavoz, quien añade como dato relevante la diferenciación de los índices de calidad de la pública, que son superiores a los de la privada.
No obstante, la sanidad pública vive ahora un déficit de personal, que se aprecia en las listas de esperas y en los centros de atención primaria, pues, según el Ministerio de Sanidad, hay 0,75 médicos de atención primaria por cada 1.000 habitantes y 0,7 enfermeras, y en el caso de la atención especializada, dos médicos y 3,84 enfermeras. Un problema al que se suma también la temporalidad del personal.