Este viernes 4 de agosto, se celebra La Rama. Agaete contará con más de 400 efectivos de seguridad y emergencias para garantizar la celebración de la fiesta con Policía Local, Nacional, Autonómica, Guardia Civil, Protección Civil, agentes antidisturbios (UIP), así como un dispositivo especial de tráfico y control de alcoholemia y drogas.
El Ayuntamiento reforzará la seguridad en la entrada y salida del pueblo, tanto con controles de alcoholemia y estupefacientes, como con cordones policiales para evitar que entren envases de cristal en el casco urbano. Además, habrá agentes de paisano para el control en el interior de la fiesta.
El alcalde de Agaete y concejal de Seguridad, Jesús González Sánchez, ha recordado a la ciudadanía la importancia del transporte público, para evitar sanciones y problemas de aparcamiento y bloqueo en las vías del pueblo, para lo que se ha habilitado un servicio especial de guaguas con la empresa Global. Como ha subrayado, habrá controles para garantizar no solo la seguridad dentro de la fiesta, sino también en su entrada y salida, por lo que el transporte público es la mejor opción para evitar incidentes.
Seguridad
Este año el Centro de Coordinación Municipal (Cecopal) del Ayuntamiento de Agaete se ubicará junto al polideportivo, en la Urbanización El Palmeral, donde también se habilitará el hospitalito de la Cruz Roja.
El esperado 4 de agosto, este año cae en viernes, por lo que se ha reforzado la seguridad con todos los efectivos disponibles ante la previsión de afluencia de personas a lo largo de toda la jornada. Desde la noche anterior se establecerá un dispositivo especial, que estará operativo todo el día 4 hasta y hasta después del cierre de la fiesta, previsto tras los fuegos artificiales a la 1 de la madrugada.
Una de las novedades de esta edición en lo relativo a la seguridad es la contratación de seguridad privada para La Retreta a las 22:00 horas, y que de esta forma los protagonistas de este acto, los niños y niñas, puedan pasear con total garantías rodeados de un cordón policial. El objetivo es que esta fiesta recupere su valor familiar y su tradición como un evento para los más pequeños y pequeñas de la casa, que llevan semanas preparando sus farolillos y papagüevos para la noche del día 4 con ilusión y cariño.