Su gestión ha sido alabada por los colectivos, la sociedad y la política canaria. Tras seis años de labor, Rafael Yanes se despide de la Diputación del Común satisfecho de haber hecho todo lo posible por la defensa de los derechos de los más vulnerables.
Amante de la literatura y de la música, en esta nueva etapa pretende dedicarse de lleno a ambas pasiones junto al cuidado de sus nietas. Para él su sucesora, Lola Padrón --que será la primera Diputada del Común de la historia--, no necesita ningún tipo de consejo "porque conoce la administración pública muy bien" y es una persona "muy sensible con los problemas sociales".
En una entrevista a Atlántico Hoy hace balance de todos estos años de trabajo donde ha podido escuchar y trasladar a las administraciones desde demandas históricas como la dependencia hasta casos más particulares de familias canarias.
[Pregunta]: Supongo que se lo habrán preguntado estos días, y por eso le planteo la cuestión de otra manera. Si se encontrara con el Rafael Yanes de hace seis años, ¿cómo le resumiría toda esta trayectoria?
[Respuesta]: Bueno, han sido seis años muy emotivos por el hecho de haberme acercado a los problemas reales de la población más vulnerable. Al final te termina cambiando, y no es que fuera una persona fría antes, pero digamos que estos seis años han hecho de mí una mejor persona y más sensible con los problemas de la gente. De hecho, yo ya lo era porque fui alcalde de un pueblo, que es Güímar, pero este periodo, sin duda, me ha cambiado.
Además de tener por medio la pandemia, los problemas sociales se han acrecentado estos años. En el Diputado del Común se ha hablado mucho de la salud mental, por ejemplo.
La salud mental creo que es la gran ignorada de la administración, y en el ámbito escolar ha aumentado de forma alarmante. He tenido reuniones con comunidades educativas, directores, alumnos, padres de alumnos o psicólogos y están preocupados con esa realidad. Es urgente tomar una iniciativa dirigida a la salud mental especialmente de los jóvenes.
Ha denunciado las graves demoras en el reconocimiento del grado de discapacidad, con hasta cinco años de espera. ¿Qué está pasando?
Tenemos por un lado la dependencia, que somos los peores de España. Legalmente el tiempo máximo en el que se deben resolver los expedientes son seis meses y estamos tardando dos años, y eso que hemos mejorado. Otro caso es la discapacidad, que también son seis meses y estamos tardando hasta cinco años. Esas dos direcciones generales necesitan una mayor dotación económica, porque si comparamos el dinero que se dedica a discapacidad y a dependencia en otras comunidades autónomas, aquí estamos un 35% por debajo de la media nacional. Hay comunidades autónomas que con la misma población que nosotros les llega el triple de dinero porque la priorizan.
De hecho, hay quienes fallecen esperando esa resolución.
El año pasado murieron 2300 personas esperando la ayuda de dependencia, es decir, seis personas diarias y un fallecido cada cuatro horas. Eso es insoportable y, ¿por qué sucede eso? Pues porque no dedicamos el dinero necesario para para atender ese servicio.
Esperas largas que también se dan en Sanidad.
Pero no se puede hablar de incumplimiento de la ley porque los plazos no los dice la ley, no están establecidos. En dependencia o discapacidad sí, por ejemplo. La situación es que en operaciones quirúrgicas somos los que más tardamos, al igual que para consultas con especialistas.
"Lo que está ocurriendo con la vivienda es terrible"
Hace escasos días atendía en la Diputación a la plataforma Canarias se Agota en medio de las reivindicaciones por un cambio en el modelo turístico, social y económico. ¿Qué se podría hacer para defender estas peticiones?
Tras haber hablado con el colectivo y ver cómo se está actuando, mi opinión es que el gran problema que tiene Canarias es la falta de planificación. No se ha planificado el crecimiento poblacional que hemos tenido en los últimos años, y especialmente en el sur. Tenerife por ejemplo continúa con una planificación sanitaria centralizada en el área metropolitana cuando el sur tiene más habitantes que la capital. No tiene sentido que hoy en día todavía estén esas personas a 80 kilómetros de su hospital de referencia.
Hay que mencionar también el incremento poblacional, especialmente en los mayores de 65 años, que se ha duplicado en los últimos años y son quienes más usan la sanidad. Tampoco se ha planificado adecuadamente el transporte colectivo, ni la vivienda, que se ha dejado al libre mercado. Hoy en día contamos con menos de un 1% de vivienda pública, y hay un sector amplísimo de la población que no puede acceder por falta de construcción viéndose obligados a pagar 1000 euros de alquiler cuando su sueldo es de 1400 euros. Otro de los problemas a los que nos enfrentamos es que se ha incentivado que cada persona tenga su vehículo. Tenerife en particular es el territorio del mundo que más vehículos tiene por habitante. Es un disparate.
Se ha valorado su trayectoria durante estos años, y se ha podido ver el agradecimiento de muchas personas en las redes sociales o en el mismo Parlamento de Canarias durante su intervención. ¿Qué siente al ver tanta gratitud hacia usted?
Ha sido un trabajo en equipo. Yo he tenido la suerte de haber estado con un grupo compacto de personas comprometidas con los principios de esta institución, que son la lucha y la defensa de los derechos de los más vulnerable. La verdad es que me voy con la satisfacción de haber hecho todo aquello de lo que soy capaz. He puesto mucha ilusión y pasión en este trabajo, así que me marcho con la satisfacción de sentirme realizado. También me voy con la insatisfacción de que en muchas cosas no me hicieron caso. Llevo seis años peleando para que las políticas sociales estén bien dotadas económicamente y no me han hecho caso. Espero que sí se lo hagan a mi sucesora.
¿Le han hecho más caso desde un área del Gobierno que de otra?
Todos los días insisto en que las políticas sociales tienen que estar mejor dotadas. En Canarias tenemos más de un 38% de la población en riesgo de pobreza y eso se combate con las políticas sociales dirigidas a esos colectivos. La renta canaria de ciudadanía es una herramienta fantástica para ayudar a esas familias que están en en esa situación, pero claro, tardamos más de un año en dar esa ayuda que necesitan. Muchos problemas están enquistados. Hay otras comunidades autónomas que le dedican dinero a las políticas sociales y nosotros no. Y yo me pregunto ¿por qué?, ¿en qué nos gastamos el dinero?
¿Qué respuesta le han dado?
Todo el mundo me da la razón, pero nadie me hace caso. Hasta ahora nadie ha discutido los datos que yo he ofrecido pero después, a la hora de aprobar el presupuesto, no dan el dinero necesario para atender a los más vulnerables. Lo ideal sería triplicar el presupuesto para dotar adecuadamente las políticas sociales. Además, especialmente la dependencia, en generadora de trabajo.
Volviendo a la Diputación del Común, a finales del año pasado presentaban la que sería la ubicación de la nueva oficina que tendrán en la Calle del Castillo de Santa Cruz de Tenerife. ¿Cuándo se espera que esté operativa?
En septiembre se resuelve un recurso de los antiguos propietarios y hasta ese momento no se va a adjudicar la obra, pero ya el expediente está completo. El presupuesto está aprobado y ahora hay que esperar a que salga esa sentencia para iniciarlo desde ese momento.
¿Qué consejo le daría a su sucesora, Lola Padrón?
Yo creo que Lola Padrón no necesita ningún consejo porque conoce la administración pública muy bien. Al igual que yo ha sido la alcaldesa y es una persona muy sensible con los problemas sociales, de manera que yo estoy seguro de que va a ser una gran diputada.
¿Cree que la sociedad, y sobre todo las personas más jóvenes, conocen realmente la labor del Diputado del Común?
Desde que llegamos, uno de mis objetivos fue abrir las puertas de la Diputación del Común a los colectivos y a la ciudadanía en general para que fuera más conocido, porque si eres más conocido eres más útil y yo creo que hemos avanzado en eso. Estoy seguro de que mi sucesora también va a seguir con esa política de apertura de puertas a la sociedad. Puedes realizar esta labor aquí sentado esperando a que venga un problema y luego intentar solucionarlo, o puede salir al encuentro de quienes lo pueden necesitar.
¿Le ha llamado la atención la demanda de algún colectivo en concreto?
Recuerdo el caso de un matrimonio que fue a Bali con su hijo pequeño y enfermó. Hablé con Ministros, el presidente del Gobierno y el defensor del pueblo, y a final se puso un avión medicalizado. Cuando la madre envió desde Barcelona el vídeo del niño fue de las cosas más bonitas que he vivido. También durante la pandemia viví alguna situación de personas que habían viajado y de repente se quedaron bloqueados en otro país sin poder volver, e incluso sin disponer de dinero o comida. Ahí hicimos un trabajo el Defensor del Pueblo y las embajadas. Fueron situaciones muy difíciles.
Pero en general en este trabajo yo he tenido dos colaboradores fantásticos. Uno es el tercer sector, que son las asociaciones de discapacidad, dependencia, drogodependencia, enfermedades mentales, y sin ánimo de lucro que llevan un trabajo maravilloso y han estado unidas a nosotros permanentemente. El segundo aliado han sido los medios informativos, que han comunicado a la sociedad lo que nosotros hacemos, queremos y exigimos a la administración.