Rafael Robaina, exrector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), ha formado ha organizado Ínsula, un proyecto que dura tres jornadas y que tiene el objetivo de dar a conocer el océano, la tierra y el cielo de las Islas. Tiene claro que actividades como estas son fundamentales porque “la gente admira el trabajo científico, pero no lo entiende”.
El programa de Ínsula está cargado de actividades para los más pequeños, conferencias de expertos, conciertos, proyecciones audiovisuales, talleres profesionales de divulgación de la ciencia y de acciones sociales.
Crítica a la comunidad científica
Un sinfín de alternativas para acercar la ciencia a la población porque “si no la entiende, cuando se hacen recortes, cuando se desvía la atención hacia otros recursos la ciudadanía no la demanda porque cree que es prescindible”.
Robaina reclama que hay que explicarle a la gente lo que es el trabajo científico y los resultados en un lenguaje llano. “Mi crítica a la comunidad científica es que no lo hemos hecho hasta que no nos han obligado”, manifiesta.
La COVID-19, un ejemplo
El exrector explica que ahora todos los proyectos de investigación tienen la necesidad de plantear un plan de difusión de los resultados obtenidos a todos los niveles y que eventos como Ínsula “vienen a llenar ese espacio que está vacío”. Asegura que está vacío porque son contenidos que no se han trasladado bien a la sociedad, a pesar de que está llena de “receptores ávidos por saber las cosas, pero nadie se las explicaba”.
Un ejemplo que puso quien también es docente en la ULPGC para explicar la importancia de la ciencia es la pandemia provocada por la COVID-19. “La mayor parte del mundo está contento con que saliera la vacuna en un año y esto no se puede haber producido de ninguna de las maneras si no hubiera habido un trabajo científico previo”, cuenta.
“Sobre el ARN mensajero, si tú en un lenguaje llano no explicas la diferencia entre las vacunas que estábamos usando con el antígeno y que ahora es la molécula que usa el antígeno la gente desconocerá la trascendencia”.
Papel de la juventud
La defensa acérrima de Robaina por la ciencia va unida a una apuesta por lo público. “Es lo público lo que nuclea la ciencia en Canarias y cuando organizas algo tienes que tirar de eso, no te queda otra”, afirma. Aunque aclara que “aquí está invitado todo el mundo” y que se han preinscrito alumnos de universidades privadas también. “Esto da para todos”, sentencia.
El exrector bromea con que no conoce a todos los jóvenes, pero “hay una parte de la juventud que está interesada en esto, porque si no estamos muertos”. “Lo que tenemos que hacer es no abortar esa vocación, sino fomentarla. Y darle todos los medios posibles para que lo consigan”, culmina.