El director del Instituto de Astrofísica de Canarias, Rafael Rebolo, ha afirmado este jueves que la noche del sábado al domingo pasados fue "tensa" debido al incendio en Tenerife pero la siguiente, ha dicho, "fue terrible”, pues el fuego quedó a 50 metros de los observatorios situados en el Teide.
Desde ese momento “se atrincheraron los servicios de extinción y, afortunadamente, pudieron defender el sitio”, una pequeña colina que perduró rodeada de fuego durante la noche, ha indicado el director del IAC con motivo de la visita efectuada a las instalaciones por la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.
Respecto a los daños causados, el equipo del observatorio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha comprobado que no se han dañado ni instrumentos ni ópticas.
Presencia de ceniza
Sin embargo sí que preocupa la presencia de ceniza que rodea la infraestructura, que impedirá recobrar la normalidad en las operaciones científicas hasta conseguir sistemas de detección y control eficientes.
Ese periodo será de una semana, una vez se consigan controlar los remolinos de vientos que traen ceniza a los telescopios.
La lengua de fuego entró por la zona norte y rodeó las instalaciones. El plan de evacuación se hubiera tenido presente si la carretera de La Esperanza, en el municipio de El Rosario y que es uno de los accesos al Parque Nacional del Teide, hubiera estado despejada esa noche, información a la que no tenían acceso en ese momento.
El director ha recalcado la utilidad de los observatorios para monitorizar y detectar incendios forestales, con un radio de acción de pocos kilómetros en sus ópticas, pero para lo que haría falta una coordinación con los servicios de extinción.