El presidente de PwC, Gonzalo Sánchez, ha destacado que “las compañías españolas tenemos el compromiso de contribuir con la sociedad, tanto en nuestro país como en el exterior, y no hay mejor forma de hacerlo que promoviendo la actividad empresarial, la creación de empleo y la formación”.
La empresa española apuesta por la acción social en el exterior, entendida como las actividades voluntarias en las que la empresa se involucra, poniendo a disposición sus recursos humanos, técnicos y financieros para ayudar a los colectivos más desfavorecidos de la sociedad. Así lo señala el Informe ‘Acción social de las empresas españolas en el exterior’, elaborado por la Fundación PwC y la Fundación CEOE, y presentado en un acto que contó con la participación de Gonzalo Sánchez, presidente de PwC España, y Antonio Garamendi, presidente de CEOE.
Compromiso de jóvenes y empresas
El documento analiza 178 proyectos e iniciativas a cargo de 64 empresas, con una contribución anual por encima de los 250 millones de euros, beneficiando a más de 38 millones de personas, e involucrando a más de 47.000 voluntarios.
En su intervención, Gonzalo Sánchez elogió el compromiso de los jóvenes y de las empresas. “Contamos, para ello, con empresas preparadas, dispuestas a crecer y plenamente comprometidas, y con una generación de jóvenes que entienden y se implican en las principales preocupaciones de nuestra sociedad más que ninguna de las que les ha precedido”, dijo.
Crece la necesidad de inversión para lograr objetivos
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se definieron en septiembre de 2015 por los Estados miembros de las Naciones Unidas como principios para reducir la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad. Sin embargo, su evolución no ha seguido la senda establecida de cuando se definieron y, tras el impacto de la pandemia, la necesidad de inversión anual para cumplir los ODS ha crecido a nivel global hasta los 6,4 billones de dólares (7,4% del PIB global); con un déficit anual estimado de 3,7 trillones anuales, un 30% superior a las cifras pre-COVID-19.
La acción social permite abordar aquellos ODS que son menos impactados por la actividad económica directa de la empresa privada entre los que destacan: Hambre cero; Salud y bienestar; Educación de calidad; Igualdad de género; o Agua limpia y saneamiento.
La mayoría de los proyectos son en Latinoamérica
El informe identifica su contribución a proyectos desarrollados por ONGs y agentes del tercer sector, además de multitud de proyectos desarrollados de forma directa por la empresa (o de varias empresas en alianza) y que a menudo tienen relación con su actividad principal.
La acción social de las empresas españolas en el exterior tiene un alcance global. Sin embargo, la empresa española tiende a concentrar su acción social en determinadas geografías: un 51% de los proyectos analizados están presentes en América Latina, que es la región más cubierta, seguida de África subsahariana, que concentra un 23% de los proyectos.
El estudio presenta diferentes estrategias por parte de las empresas españolas a la hora de desarrollar su acción social en el exterior, en lo que respecta a su nivel de involucración en las iniciativas (el 55% de los 178 proyectos e iniciativas objeto de estudio son a través de intermediarios y el 34% son iniciativa directa de la empresa); y a la temática de la acción social y su alineamiento (o no) con las capacidades diferenciales de la empresa (el 66% son independientes de la actividad principal de las empresas que las promueven; un 24% involucran al negocio principal; y otro 10% se apalancan en actividades intermedias de la cadena de valor, pero para fines ajenos a la actividad principal).