El
Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife ha reiterado "la necesidad imperiosa" de incorporar la figura del psicólogo a los centros de salud de las islas para garantizar la salud integral de las personas. Esta entidad hace esta consideración con motivo de la celebración hoy del Día de la Atención Primaria y recuerda que la
Organización Mundial de la Salud define la salud integral como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad".Esto implica, a juicio del colegio profesional, necesariamente contar con especialistas en Psicología "en el que constituye el pilar básico de nuestro sistema público de salud para la prevención y, en su caso, para paliar los síntomas de trastornos psicológicos y emocionales que, hoy en día, tienen que ver, de forma añadida, con el impacto de la pandemia".
De cada cuatro usuarios de Atención primaria, uno precisa atención psicológica
"Se estima que, de cada cuatro usuarios de Atención primaria, uno precisa atención psicológica. Pero en lugar de ser atendido por un profesional de la psicología, sobrecargamos al médico, que ante la falta de tiempo y de formación específica en salud mental, se limita a paliar el síntoma, medicando al paciente", explica la decana del COP de Santa Cruz de Tenerife,
Carmen Linares.Linares agrega que esto es así a pesar de estar demostrado que la psicoterapia en la aparición de los primeros síntomas de ansiedad o estrés evitaría la sobremedicación y, lo que es más importante, cronificar a pacientes, y hacerlos dependientes, a veces de por vida, de un psicofármaco.
Psicólogo en la atención especializada
El comunicado de la entidad indica que la realidad actual es que un ciudadano de las islas solo tiene derecho al psicólogo en la atención especializada, y con una lista de espera de no menos de seis meses.Teniendo en cuenta, además, que en Canarias solo hay un psicólogo por cada 17.000 personas, aproximadamente.El COP tinerfeño entiende que la figura del psicólogo en los centros de salud no se puede demorar más para facilitar el acceso normalizado de la población al especialista en salud emocional y psicológica, desde un recurso que, además ayudaría a reducir el estigma que todavía hoy envuelve a la salud mental.