Este 2023 seis poblaciones rurales de España, entre las que se encuentran Arure, en La Gomera, y Puntallana, en La Palma, han participado en un proyecto piloto que tiene como fin impulsar la dinamización de la población en el ámbito rural a través del voluntariado.
A la experiencia de los vecinos y vecinas de estos núcleos, así como de poblaciones contiguas, se le dio voz este martes en el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) en la presentación de los primeros resultados de un proyecto desarrollado para conectar y crear vínculos entre los vecinos que viven en estas zonas cada vez más vacías.
En cada población se realizaron diferentes actividades dinamizadoras para todos los públicos, como por ejemplo almuerzos o reuniones entre los vecinos, e incluso excursiones y encuentros con otras poblaciones. Durante la jornada de presentación se expuso un vídeo que resume estas actividades realizadas, así como el desarrollo de una mesa redonda protagonizada por las propias personas participantes, al igual que la intervención de representantes políticos, de la Universidad de La Laguna y Cruz Roja.
Unión entre poblaciones
La jornada fue introducida por, Lourdes Labrador, presidenta de Cruz Roja en el Este de La Palma, quién presentó un proyecto que sirve, en sus palabras, para conectar con los pueblos. Labrador expresó que tanto en Puntallana como en Arure "los resultados han sido excelentes" añadiendo así que la idea de compartir realidades de los dos municipios es que "sea una red que se vaya ampliando".
Con esta iniciativa se pudo comprobar la importancia de la participación ciudadana como motor de los pueblos. En este sentido Verónica Meseguer del Pino, directora general de Mayores y Participación Activa del Gobierno de Canarias, insistió en que se debe crear comunidad para que sean las que transmitan a las administraciones públicas las inquietudes "y que de esta manera se impulsen las zonas rurales, cada vez más despobladas y envejecidas".
Por su parte Josué Gutierrez, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna (ULL), apuntó la importancia de estas iniciativas para poblaciones como Arure, que son el 5% de la isla de La Gomera. Gutiérrez explicó que estos núcleos de población están envejecidos pero son activos, señalando que la valoración general que hicieron los vecinos de estas zonas es que repetirían la actividad, así como que han dado más valor a reunirse. Tras finalizar el proyecto los participantes han afirmado "que han cambiado cosas", entre ellas el unirse para hablar y hacer actividades, e incluso atraer a gente de otros lugares.
Además de Gutiérrez, en la mesa redonda estuvieron presentes Maria Zoraida Sanchez Diaz (Participante en la Comunidad de Arure); Ana Berta Ramos Mesa (Voluntaria Cruz Roja Insular La Gomera); Borja Barroso Jiménez (Alcalde Ayuntamiento de Valle Gran Rey); Raúl Felipe Escríbano (Técnico del Dpto. Nacional de Voluntariado); Victor M. Guerra Hernández (Alcalde de Puntallana); Ariadna Toledo Acosta (Técnica Cruz Roja Este La Palma) y Amaya Guerra González (Participante en la Comunidad de Puntallana), quienes valoraron cada uno desde su área la importancia de las actividades y este tipo de encuentros para el impulso de la unión en las comunidades con el objetivo de que se fomente y continúe.