El Insight&Trends de Prosegur ha destacado tres grandes riesgos predominantes. El ascenso del crimen organizado, que a través de diferentes tipologías criminales (fraude interno, pérdida desconocida o aumento de las estafas) está afectando especialmente a las empresas.
El segundo elemento es la incertidumbre política, destacando factores como los conflictos armados (con una de cada seis personas afectadas globalmente en 2023), procesos electorales en más de 70 países o más de 2,4 millones de personas refugiadas que necesitarán ser reasentadas.
Por último, el desarrollo tecnológico, positivo en la mayoría de ámbitos, también es susceptible de ser utilizado como arma: información, datos personales, energía, chips, inversiones y sobre todo un uso malicioso de la IA se erigen como las mayores amenazas.
Seguridad en el mundo empresarial
El estudio pone especial foco en el mundo empresarial. Además de recoger las inquietudes de CEOs de diversas compañías, se ofrece un análisis minucioso de la seguridad en distintos sectores. En concreto, el informe destaca en el sector retail los desafíos vinculados con la delincuencia contra empresas y la adaptación al mercado digital. La logística se centra en la gestión eficiente de la cadena de suministros ante incertidumbres geopolíticas y fenómenos climáticos.
Por su parte, el sector inmobiliario subraya la importancia de la seguridad jurídica, mientras que el financiero y el energético se ven afectados por la volatilidad económica y la necesidad de adaptación tecnológica. La industria, en su conjunto, enfrenta el desafío de integrar avances tecnológicos manteniendo la seguridad en sus procesos.
Desde Prosegur Research señalan que el propósito del informe “no es predecir el futuro, sino contribuir a forjar un mundo más seguro a través de un análisis meticuloso y una reflexión ponderada”. Para ello, indican que durante el 2024 será necesario encontrar un equilibrio entre rigor y agilidad, y promover el talento de las personas para impulsar la innovación tecnológica.