La Asociación Promemar–Proyectos Medioambientales Marinos ha lanzado un SOS en las redes para evitar el cierre de este colectivo que este año cumple diez años limpiando los fondos marinos de Tenerife, así como los de Agaete, en Gran Canaria. Y todo ello a raíz de una multa impuesta por la Guardia Civil en 2021 que, tras dos recursos, ya asciende a 5.000 euros.
Para tratar de subsistir, la asociación ha puesto en marcha una recaudación de fondos y poder alcanzar así el importe de una sanción que les ha dejado en la cuerda floja: “La multa es lo de menos porque al final es dinero y, si no lo podemos pagar, si no hay otra, cerramos la asociación. Pero queremos que nos permitan limpiar, que no haya este tipo de acoso por limpiar los fondos marinos, que nadie lo hace nunca”, expone el presidente de Promemar, Conrado Carmen, en una entrevista concedida a Atlántico Hoy.
Hechos sancionados
Todo se remonta a la localidad tinerfeña de Tabaiba en ese año de 2021. “Nosotros utilizamos un saco adaptado con el que recogemos la basura y un globo para reflotarlo. Normalmente, vamos unos días antes para prepararlo porque el tiempo que estamos en el fondo es limitado”, pone en contexto Conrado. “Entonces, estamos en el pecio de Tabaiba con el saco y aparecieron los GEAS (Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas)”, agrega.
Ante esta situación, Conrado explica que les comenta que estaban recogiendo la basura porque el sábado tenían la limpieza. “Nos denunciaron porque al parecer si no tienes una autorización, que teníamos para la recogida del sábado pero no para ese día que estábamos moviendo la basura, no puedes. Así que nos abrieron expediente. Primero eran 1.000 euros de multa, la recurrimos. Luego eran 1.600, la recurrimos, y este miércoles nos llegó la definitiva de 5.000 euros”, critica Conrado.
Casi 60.000 kilos de basura retirados
En estos diez años de actividad sin ánimo de lucro, la asociación ha sacado 57.289 kilos de basura de las costas de Tenerife y del muelle de Agaete, lo que ejemplifica las consecuencias para los fondos marinos si se paraliza la actividad de forma definitiva. “Nosotros lo que sacamos es una pequeña parte de la cantidad total”, apostilla.
El presidente de Promemar cree que la normativa del buceo “está obsoleta” y no hay claridad sobre algo que “ampare al buceador voluntario” y se compara con los bomberos voluntarios, que “pueden utilizar una manguera y una radial y esas cosas, pero un buzo voluntario no puede hacerlo”.
Pago de un seguro
Además, recuerda que les obligaron a pagar un seguro de actividad como si fueran una empresa. “Estamos pagando 1.700 euros en seguros y no podemos realizar nuestra actividad, sino con las manos”.
Se refiere a que la multa, además de por la acción de preparar la recogida de la basura sin autorización, les ha impedido seguir con la labor –bajo autorización- con la técnica del saco y el globo. “Como no está claro el uso de la técnica en la ley, nos la prohíben, pero queremos que se nos escuche”, expresa Conrado.
Motivaciones de la denuncia
Sobre los motivos por los que después de casi una década ejerciendo una labor voluntaria de ayuda al medio ambiente submarino les hayan puesto en el punto de mira, el representante de la plataforma cree que es “porque hay quejas de profesionales, que si no les pagan, no van”.
En este sentido, señala que “nunca salen por la costa de la forma que lo hemos hecho nosotros. Los profesionales no quieren que hagamos su trabajo, pero es que ellos no lo hacen”, apunta.
Navegación marítima
Otro aspecto que destaca, desproporcionado e injusto, es que la última carta que recibió este miércoles, con la información de la multa de 5.000 euros, señalaba la acción sancionada como “falta muy grave”, porque ponía en peligro hasta la navegación marítima. “Te preguntas, ¿cómo voy a poner en peligro la navegación marítima si estoy en una zona balizada haciendo la limpieza por donde no pueden pasar los barcos? Estamos en esa tesitura, en que la ley está mal redactada y no nos ampara a los buceadores voluntarios, que es lo que estamos reclamando”, abunda.
Conrado, que es buceador profesional con autorización para corte, montaje y reflotamiento, recuerda que la última actualización de la Ley de Buceo (2020) “no recoge en ninguna parte al buzo voluntario, ni la limpieza de los fondos marinos y es lo que queremos, que se cambie la ley para que un buzo voluntario tenga una normativa”.
Técnica del saco y el globo
“Nosotros ponemos en el fondo un saco de rafia que carga un metro cúbico de arena y lo adaptamos con agujeros y metemos toda la basura. Después, con un globo de 100 kilos lo subimos a la superficie y lo sacamos. Es bueno porque el buceador no tiene que estar subiendo y bajando todo el rato, si no metiendo la basura ahí y se saca de una”, explica Conrado sobre el proceso de recogida de la basura del fondo marino ejecutado por la asociación de forma habitual.
De esta manera, el trabajo, según el presidente de Promemar, “es más eficiente, más rápido y más seguro”, pero recuerda que con la denuncia ahora tienen que sacarlo con sus propias manos. “En vez de estar casi una hora, ahora estamos tres horas bajo el agua. Me denunciaron y me prohibieron utilizar los globos y les dije que esa basura hay que sacarla.”
Situación de los fondos marinos
A pesar de casi diez años de limpieza submarina, Conrado advierte que “cada vez vamos a peor” y lo explica con un proyecto de la plataforma. “Nosotros tenemos un proyecto que se llama Para un océano sostenible en el que vamos a los mismos sitios todos los años y siempre sacamos la misma basura. La cosa no ha cambiado. Los fondos marinos cada vez están más contaminados”.
Vigilados
Por último, el presidente de la asociación se siente “vigilado” y piensa que ya desde 2020 les estaban observando. “Ellos dicen que ya nos habían advertido y a mí no me advirtieron hasta que ese 2021, pero ya nos sentíamos observados”, explica.
Asimismo, detalla que les han llegado a decir que quitaran los vídeos de su web “porque era malo que se viera” lo que estaban haciendo.
Miedo a volver a ser multados
En este sentido, Conrado reconoce que “ese es el miedo” que tiene, porque no quiere “estar con la cabeza debajo del agua para que cuando la saques esté la Guardia Civil” para multarles. "Por eso queremos que esto se sepa y buscamos una solución con quien sea y, si hay que cambiar la ley, cambiarla, pero que no tengamos miedo a la hora de realizar una actividad por el bien común”, reflexiona.
Con todo ello, Conrado no se achanta y adelanta que la multa de 5.000 euros la va a volver a recurrir. “Ahora no tenemos dinero, pero alargar esta batalla durante un año y medio, no, porque ya cansa”, finaliza.