Una cosa es hacer unos largos desde la orilla hasta la barra de Las Canteras y otra es aventurarse a nadar ida y vuelta el Canal de la Mancha, que en línea recta supone unos 33 kilómetros, sin contar la temperatura del agua y el posible estado del mar. No todo el mundo se zambulle para tratar de lograr esa hazaña, pero cinco canarios han dicho sí a intentarlo y lo han conseguido.
Andy Ortega, Rafa Ramírez, Martín Julio Suárez, Ángel Turégano y José Ramón González conforman ‘Canaries’five’, el primer equipo español en hacer a nado el Canal de la Mancha ida y vuelta, logrando un tiempo de 20 horas y 22 minutos y habiendo recorrido 86'4 kilómetros en total. “Se dio la casualidad por el ritmo que llevábamos y las corrientes” para completar el reto deportivo en ese tiempo y forma, cuenta el nadador Ortega. Los cinco canarios han hecho el recorrido a favor de Pequeño Valiente.
Rememorar una hazaña pasada
Este equipo de canarios se propuso cruzar el Canal de la Mancha, que conecta Reino Unido con Francia, nadando por relevos de una hora. “Los cinco somos nadadores de siempre”, expone Ortega, quien ya en 2017 logró completar a solas la travesía de ida en 12 horas y 40 minutos, siendo una travesía de 34 kilómetros que se amplió en este caso a 51,3 kilómetros debido a las condiciones del mar y las corrientes.
En esta ocasión, todo comenzó el 29 de julio a las 05:25 horas cuando Andy Ortega se lanzó al agua para empezar a nadar desde la playa de Shakespeare, en Reino Unido. “Me hacía ilusión salir de Inglaterra para rememorar cuando lo hice solo”, manifiesta el nadador, que le tocó afrontar un mar algo picado y viento moderado en su salida desde el puerto de Dover.
Con el mar a su favor
Cada componente del equipo debía nadar una hora exacta y cumpliendo siempre el mismo orden: primero Ortega, seguido de Ramírez, Suárez, Turégano y, por último, González. Una hora de nado y cuatro descansando en el barco mientras se van turnando, así fue el plan, que llevó a que a las 15:56 horas el primer nadador tocara la costa francesa. Como marca la estricta normativa de la Channel Swimming Association (CSA), organización que supervisa y certifica todos los cruces a nado del Canal de la Mancha, Ortega se subió a una roca con todo el cuerpo fuera del agua para que se diera el visto bueno a la finalización del primer tramo.
Entre las normas establecidas en este tipo de retos deportivos de nado de larga distancia también se prohíbe el uso de traje de neopreno y el contacto con cualquier persona, apunta Ortega, así como “tener que ir de tierra seca a tierra seca”.
Una vez verificado el primer tramo, Ortega se volvió a lanzar de nuevo al agua para iniciar el regreso hacia Inglaterra desde Francia, momento en el que “se levantó el mar con fuerte viento y oleaje”, narra recordando la experiencia. No obstante, “tuvimos suerte con las condiciones meteorológicas”, un factor importantísimo para cumplir este reto, que puede llegar a condicionar su realización o no. Aunque se vieron acompañados en su camino a nado, pues “la mayor parte del recorrido, había aguavivas”, pero la suerte también estuvo de su lado no teniendo que lamentar ningún percance.
En honor a Pequeño Valiente
Con las condiciones del mar a su favor, el equipo consiguió llegar a la playa de Shakespeare a las 01:47 horas del día 30 de julio, después de 20 horas y 22 minutos de nado por relevo. Se proclamaron de esta manera como el primer equipo de relevos español que realiza la travesía del canal ida y vuelta. Una satisfacción después del tiempo de preparación para lograrlo: “De lunes a viernes nadaba una hora al día, como unos 3.000 a 4.000 metros”, indica Ortega, quien dio la casualidad de que fue el único nadador del equipo que pisó tierra en todo el recorrido al ser el primero en salir, el que llegó a Francia y también el que arribó de nuevo a Inglaterra.
Toda esta hazaña la hicieron a favor de los niños y niñas con cáncer de la asociación Pequeño Valiente, como hizo en su momento en 2017 Ortega, con la intención de visibilizar la causa y también recaudar dinero para contribuir, destaca.
Los datos del reto deportivo recogen que la ida desde la playa de Shakespeare hasta el cabo de Gris-Nez les llevó 10 horas y 31 minutos, correspondiendo a 47,5 kilómetros, mientras que la vuelta desde el cabo francés a la costa inglesa la realizaron en 9 horas y 51 minutos, siendo 38,9 kilómetros en esta ocasión. Todo ello suma un total de 86,4 kilómetros en 20 horas y 22 minutos.