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Sociedad

Los prejuicios condenan a la juventud migrante a la precariedad: "Queremos aportar, somos el futuro"

El informe "Juventud como agente de cambio", desarrollado por la organización Sic4Change  destaca las dinámicas, retos y oportunidades que enfrentan tanto la juventud local como la juventud migrante, y cómo abordarlas

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Migrantes llegados a Canarias / EFE

Ser joven y conseguir trabajo se ha convertido en toda una odisea. La población más joven se encuentra ante un panorama con múltiples barreras para lograr un empleo digno y de calidad. Las complicaciones se ven incrementadas si se es una persona joven migrante, sumándose los prejuicios y las dificultades vinculadas a la migración, como el idioma o la documentación. 

El informe Juventud como agente de cambio, desarrollado por la organización Sic4Change  destaca las dinámicas, retos y oportunidades que enfrentan tanto la juventud local como la juventud migrante, y cómo abordarlas. Porque sí, la gente joven, sobre todo la migrante, quiere “aportar a la sociedad”, son “el futuro”, como recoge el informe a partir de los testimonios de las personas participantes, ha destacado Aidira Suárez, técnica de proyecto. 

El proceso incluyó la participación activa de diversos agentes sociales, como la propia juventud, tanto local como migrante, centros formativos y entidades sociales, además de las administraciones públicas y empresas, con las que fue “más complejo contactar”.  Suárez subraya que no se diferenció a la juventud migrante como un acto de discriminación, sino para visibilizar los retos únicos que enfrentan. "Si no se habla de ellos, no se conocen", señala.

Ayuda necesaria

Mokhtar, un joven marroquí de 23 años, ha sido uno de los participantes del estudio. Lleva 10 meses en Gran Canaria y ha encontrado en Sic4Change la ayuda necesaria para integrarse social y laboralmente, así como un espacio en el que se siente integrado. “No sientes que seas migrante”, subraya el joven. 

“La asociación te ayuda a ponerte en contacto con las empresas”, así como “a sacar documentación necesaria, como la tarjeta sanitaria o el bono de transporte”. Esos han sido pasos que han contribuido a superar de cierta manera las barreras con las que se ha topado al migrar. 

Ganas de aprender

“Hay muchos muchachos migrantes buscando trabajo y es difícil encontrar si no se tiene experiencia. Estudié para ser electricista en Marruecos, pero homologar mi título aquí es complicado. Planeo hacer un curso que me permita acreditarlo. Tengo muchas ganas de aprender”, cuenta Mokhtar. 

Esas ganas de aprender son las que le han llevado a hablar ya casi perfecto español. Aunque ha sido uno de los retos más grandes que se ha encontrado, también ha sido su prioridad. Gracias a su dedicación, ha aprendido español interactuando con personas, leyendo noticias y viendo películas. Para él, las herramientas lingüísticas y los cursos formativos son esenciales para avanzar.

Aidira Suárez durante la presentación de los resultados del informe / AH

Barreras

El testimonio de Mokhtar coincide con las conclusiones del informe, como las barreras administrativas, la desinformación, ya que muchos jóvenes migrantes desconocen los pasos necesarios para regularizar su situación o acceder a recursos clave, además de la falta de experiencia laboral, que afecta tanto a jóvenes residentes como migrantes.

 A estos últimos, las dificultades se les incrementa, como la imposibilidad de acreditar la experiencia con la que contaran en su país de origen, además de los prejuicios sociales. Aunque los jóvenes son conscientes de los estereotipos que les afectan, también ponen en valor sus capacidades y su deseo de contribuir positivamente a la sociedad canaria. "Podemos hablar bien de la juventud migrante. Entre todos podemos construir una narrativa positiva que valore sus aportes", afirma Suárez.

Sinergia entre jóvenes y empresas

La técnico subraya que el empleo es más que un sustento económico; es una puerta hacia la integración social y el bienestar. Desde Sic4Change, trabajan en una doble vía detectando y potenciando las habilidades y competencias de los jóvenes, así como informando y acompañando a empresas para que reconozcan el valor y los derechos de los trabajadores migrantes.

La iniciativa ha involucrado a técnicos de inserción sociolaboral que ofrecen acompañamiento individualizado, conectando a los jóvenes con recursos locales, formaciones y oportunidades laborales, siempre respetando su autonomía. "El trabajo en red es clave. No estamos compitiendo, debemos apoyarnos mutuamente y trabajar en conjunto", añade Suárez, haciendo un llamado a la colaboración entre administración pública, empresas y entidades sociales.

En el caso de Mokhtar, estos apoyos han sido cruciales para planificar su futuro en España, país que él valora por las oportunidades que ofrece a los migrantes: "España ayuda mucho a la gente migrante con la documentación. Esto es muy importante para avanzar”. 

120 jóvenes 

Actualmente, cada técnico de inserción gestiona alrededor de 30 casos activos, por lo que atienden a alrededor de 100-120 jóvenes en Gran Canaria, donde abrieron su sede en mayo de este mismo año. 

Para el futuro, Sic4Change planea reforzar su equipo con personal jurídico especializado, que permita superar las barreras legales y fomente un mayor entendimiento entre las empresas y los derechos de los migrantes.