Cuando uno disfruta degustando un manjar, poco le importa lo que opinen los demás. Pero la popularidad de platos y postres va cambiando conforme varían los gustos de la población y, mientras algunas recetas resisten ante el avance de las nuevas tendencias en la industria alimentaria, otras se consumen cada vez menos.
Es cuestión de modas y tendencias pero solo hace falta sondear la carta de postres de restaurantes, guachinches o casas de comida de Canarias para descubrir que ciertos postres, como el quesillo o el polvito uruguayo, viven un momento dulce. En la otra cara de la moneda se encuentran postres, como el frangollo o los huevos mole, en franco retroceso.
Un nombre apetecible
Aunque probablemente este postre canario tenga el mejor nombre del mundo, a muchos el sabor del bienmesabe no les convence y, por este motivo, ocupa el puesto número 30 entre los platos peor valorados de toda España, según el listado elaborado por Taste Atlas. Con todo, el caldo de papas es el plato canario con peor consideración, la única receta entre las diez peores del país.
Este dulce, considerado una adaptacion de las tradiciones reposteras llegadas de la península ibérica tras la conquista, se compone de una pasta de almendras que suele servir para acompañar a otros alimentos, tales como flanes o helados. Quizá por ser considerado como acompañamiento, o tal vez por su textura espesa y granulosa, este clásico de la repostería canaria va perdiendo adeptos a pesar de que su elaboración es 100% artesanal.
¿Cómo se elabora?
Para preparar un bienmesabe necesitaremos 500 gramos de almendras, 500 gramos de azúcar, medio litro de agua, ocho yemas de huevo, ralladura de limón y una cucharadita de canela molida. Lo primero es pelar y moler las almendras, justo antes de preparar el almíbar, para lo que ponremos el azúcar, el agua y la ralladura de limón en un caldero, a fuego lento durante 15 minutos.
Cuando el almíbar esté listo añadimos las almendras molidas y la canela. Todo esto de nuevo al fuego, removiéndolo para que no se pegue, hasta que se espese. Cuando haya espesado se deja enfriar y se le añaden las yemas bien batidas. Finalmente, ponemos de nuevo en el fuego, batiendo durante cinco minutos.