Hace 40 años Canarias dio un paso clave en su transición democrática. Desde que toda España se pusiera en marcha para alcanzar la libertad después de pasar décadas bajo el yugo de la dictadura y una vez la Constitución fue una realidad, cada región comenzó a trabajar en su autonomía. El día más importante para el Archipiélago fue el 30 de mayo de 1983, cuando se constituyó el Parlamento Autonómico.
Una efeméride que, sin ser casualidad, convirtió el penúltimo día de mayo en festivo para celebrar el Día de Canarias. Esa es la razón por la que, probablemente, usted se encuentre este martes en casa descansando. Pero, ¿de quién partió la idea? El artífice de la iniciativa fue el diputado del Grupo Mixto, Oswaldo Brito, que el 9 de febrero de aquel año presentó una proposición no de ley para que las Islas tuvieran su día. Un mes más tarde, una propuesta del Grupo Socialista decide que coincida con la primera sesión de la Cámara.
El comienzo
El 30 de mayo de hace cuatro décadas había nervios e ilusión. O eso intuye quien firma estas líneas para rendir homenaje a aquellos hombres y mujer –la única diputada entonces era María Dolores Palliser– que comenzaron la primera legislatura en Canarias. Está a punto de arrancar la undécima, pero aquel momento es digno de ser recordado.
El reloj marcaba las 11:30 horas en el número 7 de la calle Teobaldo Power, en Santa Cruz de Tenerife. La expectación debía respirarse dentro del Parlamento y todo el mundo tenía claro por dónde había que empezar: era necesario constituir la Mesa de Edad. Este es un órgano presidido por el diputado más mayor para dirigir el debate del que nacerá la Mesa del Parlamento. Los dos más jóvenes, establece el reglamento, ejercen de secretarios.
Mesa de Edad
El presidente fue Antonio Vega Pereira, quien estuvo acompañado de Miguel Rafael Perdigón y José Manuel Hernández. “El que con mi edad y solo con mi edad me haya tocado presidir esta sesión, demuestra lo cierto de la afirmaci6n del señor Tierno Galván, de que las últimas elecciones las hemos ganado los jóvenes”, expresó Vega Pereira al abrir la sesión. No perdió tampoco la oportunidad de poner en valor la lucha para sacar adelante la Ley del Régimen Económico y Fiscal.
“Estoy seguro que todos y cada uno de los señores diputados, aportaran sus esfuerzos, no regatearan esfuerzos, desde el amor a nuestra tierra, para que el pueblo canario se vea dotado de las Leyes más justas que mejoren su futuro, y que puedan entender este Parlamento, nuestra democrática institución, como el más valioso defensor de sus derechos”, manifestó antes de ser interrumpido por un ensordecedor aplauso.
Los diputados
Hubo una época no tan lejana en la que no existía la circunscripción autonómica. El momento al que se refiere esta crónica formó parte de ese periodo y únicamente se proclamaron representantes insulares. Algunos fueron Manuel Fernández, por El Hierro; Miguel Cabrera, por Fuerteventura; Jerónimo Saavedra, por Gran Canaria; Alonso-Lino, por La Gomera; Enrique Pérez, de Lanzarote; el palmero Pedro Acosta; y el tinerfeño Antonio Martinón, más conocido por su etapa de rector en la ULL hasta 2019.
Aquel día solo hubo un momento algo tenso. Vega Pereira leyó un comunicado de la Junta Electoral Provincial de Las Palmas sobre un recurso interpuesto. Iba dirigido a la proclamación de los diputados electos por la presentación de Asamblea Majorera de Fuerteventura.
Una investidura aplazada
También sucedió un imprevisto. En el orden del día estaba la investidura como presidente del Gobierno de Jerónimo Saavedra. Pero la Mesa, una vez constituida y presidida por Pedro Guerra al ser elegido con 47 votos a favor, decidió aplazarlo al 6 de junio “dadas las dificultades existentes para la constitución en el presente día de los Grupos Parlamentarios”.
Como manda la norma, los diputados juraron su cargo. Aunque sorprende que 38 de ellos, más de la mitad, expresaran el “sí, prometo” en vez del “sí, juro”. Como anécdota, Oswaldo-Narciso Brito, quien propusiera que existiera el día de Canarias, exclamó un “sí, prometo acatar conforme a mis convicciones”.
Discurso final
Cuando José-Vicente Hernández hizo su promesa, Guerra profirió una palabras históricas: “Declaro constituido el Parlamento de Canarias”. A continuación, dio un discurso que marcó el comienzo de una nueva era en las Islas.
Declaró que “no fue tarea fácil desmontar en nuestro país el modelo de Estado centralista que vio la luz en Europa tras la Revolución Francesa”. "Sin embargo, lo logramos; conseguimos encontrar esa forma de Estado, entre los augurios apocalípticos de algunos compatriotas”, añadió con lo que aparenta ser cierto resquemor con quienes no creyeron en lo que acababan de conseguir.
“A partir de hoy le corresponde a nuestro Parlamento el ejercicio de su parcela de poder institucional con la independencia que es garantía de la democracia como sistema de convivencia. Nuestro Estatuto establece las líneas rectoras de esta función legislativa: la defensa de la identidad y de los valores e intereses del pueblo canario”, sentenció.