¿Qué tiene el fútbol para suscitar tanta fascinación? Es atávico, no distingue entre clases y permite desarrollar el orgullo de pertenencia a una causa. Es divertido, tanto cuando lo juegas como cuando lo disfrutas en la grada o en la terraza de un bar junto a tus amigos. Es felicidad, porque cada fin de semana te devuelve a los sueños de tu infancia. Es emoción, porque en cuestión de unos minutos puedes pasar de la amargura más oscura a una alegría infinita. Es la vida. Y como tal, también es un negocio.
Un buen ejemplo del fútbol como un ejercicio de lucro lo tenemos, además, muy cerca: la Unión Deportiva Las Palmas, que desde hace unos cuantos años es una empresa más de Miguel Ángel Ramírez. Sobre el asunto no hay nada que objetar. El club se convirtió en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) en 1992 y lo lógico es que su propietario, que tiene el control de una mayoría del accionariado desde 2005, pretenda obtener un rendimiento económico a partir de la actividad de la compañía.
Condenado por maltrato a una menor
Reparo en esta condición de negocio de la UD Las Palmas por un caso reciente muy concreto y bastante polémico: el que protagoniza Joel Domínguez, un extremo juvenil de la cantera amarilla que hará la pretemporada con el primer equipo después de ser condenado por maltrato a su expareja —una menor que, además, mantiene abiertos otros dos procesos contra el joven futbolista por presunto maltrato psicológico y por, también presuntamente, saltarse una orden de alejamiento—.
La inclusión de Joel Domínguez entre los futbolistas que trabajarán a las órdenes de García Pimienta este verano, etapa que marca el regreso del equipo amarillo a Primera División tras cinco temporadas consecutivas en Segunda, ha generado malestar entre una parte de la afición que ha manifestado su cabreo durante lo últimos días en las redes sociales —este lunes, por ejemplo, se ha compartido una imagen del futbolista dentro de una señal de prohibición—.
Protegido por el club
Si parte de la afición señala a Joel Domínguez como un maltratador, en el seno de la Unión Deportiva se ha procurado proteger al futbolista. Fue defendido por uno de los abogados —José María Aranda— que habitualmente trabaja para Ramírez y fue apartado temporalmente de su equipo —el juvenil de División de Honor— tras ser condenado, pero el propietario del club ha reiterado públicamente que la tarea de la entidad es ayudar al jugador para que no reincida en este tipo de conductas y para su reinserción en la sociedad —fin de la política penal y penitenciaria de este país—.
Este lunes, tras el revuelo alrededor del jugador y de la decisión de ubicarlo en la órbita de la plantilla profesional, la UD Las Palmas emitió un comunicado en el que subraya que "el jugador cumplió ya la sanción disciplinaria", que "va a terminar esta semana el programa de intervención acordado" y que a través de su Fundación "ha participado y sigue participando en diversas iniciativas y programas dirigidos a evitar la exclusión social de personas condenadas en sede judicial, facilitando su reincorporación a la sociedad".
"La Unión Deportiva Las Palmas", puntualiza la nota, "entiende que sería un contrasentido trabajar en la reinserción social de personas ajenas al Club y dar la espalda a un joven deportista vinculado al mismo".
Agencia amiga
¿Por qué defiende Ramírez a Joel Domínguez? Porque es un activo para el presidente de la UD Las Palmas. Descrito como un hábil extremo derecho por los que han seguido sus evoluciones en las categorías inferiores del club, la proyección del joven futbolista apunta reportar —a corto-medio plazo— la posibilidad de un generoso traspaso para la entidad grancanaria, una de las principales vías de ingresos de la entidad desde que está bajo control de Ramírez —las ventas de Adrián Colunga, Rondón, Vitolo, Jonathan Viera, Araujo, Lemos, Roque, Josep Martínez, Mateo García, Livaja o Pedri han dejado en las arcas amarillas unos 60 millones de euros en los últimos años—.
En el caso de Joel Domínguez, además, ese supuesto valor a futuro tiene más importancia al pertenecer a una agencia de representación, Lilium by APS, considerada "amiga y con la que se mantiene una buena relación profesional" por el presidente de la entidad grancanaria en unas declaraciones a UDRadio. La CEO de la empresa es Alicia Pérez, que fue empleada del propio Ramírez en Seguridad Integral Canaria (SIC) y que ejerció como administradora única de Sinergias de Vigilancia y Seguridad —una de las empresas que cubrió el hueco en el mercado que dejó SIC—.
Más jugadores de Lilium by APS
Además de Joel Domínguez, Ale Palanca y Ale García, otros dos futbolistas representados por Lilium by APS —firma que maneja en su cartera a varios canteranos amarillos—, también harán la pretemporada con el primer equipo de la UD Las Palmas.
Entonces, ¿consideramos la inclusión de Joel Domínguez en la pretemporada de la UD Las Palmas como una provocación de Ramírez? No. Es mucho más sencillo y lo explicó Rodrigo Rato un día en sede parlamentaria: es el mercado, amigo. El fútbol, nos guste o no, aunque contenga todo eso irracional que nos atrapa y nos emociona, ya es otra cosa. Para bien y para mal.