La vida en pareja muchas veces puede ser complicada y, dependiendo de la edad, se junta con unas u otras preocupaciones: los hijos, el trabajo, la visión de futuro… La comunicación entre las dos personas que desean compartir su vida o que ya la están compartiendo, es clave fundamental para construir una relación sana.
“El motivo principal para que las parejas acudan a terapia suele variar dependiendo de la edad”, comienza a explicar Cintia Brito, psicóloga especializada en el ámbito de la sexología y las relaciones de pareja. “Lo que más suelo ver es, sin duda, a parejas que están empezando a convivir con hijos”, continúa. “Veo mucho ese patrón de que ellas no tienen tiempo para el placer porque se encargan de los cuidados y ellos les reclaman que hay poco sexo”. Normalmente, cuando este tipo de relaciones aparecen por la consulta de Brito —que suelen ser a partir de los 35 años—, la psicóloga trabaja para “reconducirles a que hagan las cosas desde otro punto de vista”.
¿La clave? La comunicación
“Luego, hay otras parejas que vienen por las diferenciaciones en los valores, es decir, uno quiere tener hijos y el otro no”, ejemplifica. “También hay parejas LGTB, sobre todo entre mujeres bisexuales y lesbianas, que viven la relación desde muchísima intensidad y suele haber problemas de celos o de falta de comunicación de los límites”. Por otro lado, la experta menciona también la codependencia en parejas de veinteañeros y lo que se conoce como apego ansioso y evitativo. Aquí suele existir una diferenciación entre los estilos de comunicación: “mientras uno necesita comunicarse, el otro necesita que lo dejen en paz”.
En conclusión, “lo que se suele buscar con la terapia de pareja es, sin duda, aprender a comunicarse mejor”, asegura Brito. “Son parejas que, afortunadamente, son conscientes de que tienen un problema y optan por no dejarlo”.
Separación
La psicóloga cuenta con varios casos de éxito entre sus pacientes, “hay parejas que actualmente les va genial, son sanas porque han aprendido a comunicarse muchísimo mejor, a ser más asertivos, a expresar sus necesidades, a hacer peticiones y a aprender a ser rechazados en esas peticiones”. Relata que tiene casos donde se han llegado a renovar los votos matrimoniales, “ver eso es muy bonito”.
No obstante, los casos de éxito son mucho menores que los de la terapia individual porque ya entran con muchos problemas asociados. “He tenido que guiar a muchas parejas a que se dejen con amor y con respeto porque es inviable que pasen tiempo juntos”. Estas relaciones suelen tener necesidades completamente opuestas y “cuando esto ocurre es muy difícil que solo con terapia la situación cambie porque tienen que hacer un trabajo interno muy grande y toca renunciar a algunas cosas”.
Sexualidad positiva
Pero no siempre los motivos que llevan a una pareja a terapia tienen que ser negativos, “también se acercan para buscar nuevas herramientas para tener una sexualidad más plena porque han llegado a un punto en el que se han aburrido y han perdido el deseo y no saben cómo volver a recuperarlo”, declara Brito. “Ahí se les presenta el mapa erótico, la fantasía o la introducción de juguetes”.
En conclusión, para la profesional es necesario pensar antes en lo saludable que es esa relación que en la durabilidad de la misma, “porque puede durar mucho tiempo, pero no ser saludable ni sana”. Además, “hay factores comunes que es importante conservar como el nivel de compromiso, la bidireccionalidad, el apoyo emocional, la complicidad, la intimidad sexual, el autodescubrimiento y la comunicación del mismo, sentarse y hablar diariamente”, concluye Brito.