Las playas de Canarias, más allá de estar caracterizadas por su belleza bañada por el Atlántico, también cuentan con ciertos aspectos que no las hacen tan apetecibles y que suponen un daño constante para sus ecosistemas. Los vertidos residuales son una parte de la otra cara de la moneda, junto a los microplásticos.
Los emisarios, ubicados en distintas zonas de las costas del Archipiélago, son los culpables de esos vertidos que causan el cierre de muchas playas a lo largo del año. ¿Qué ocurre en el caso de los microplásticos? ¿Cuál es la razón de que lleguen a las orillas y por qué se encuentran en más playas que en otras? La respuesta es la corriente fría de Canarias, señala el biólogo Víctor de León.
Plásticos de hace años
Los microplásticos que arriban a las costas de las islas no se tratan de residuos recientes, sino de plásticos que han pasado décadas en el océano, explica el experto. Estos plásticos se han ido degradando debido a la acción del oleaje, la luz solar, así como la interacción con los animales. Muchos de estos residuos que se encuentran en las orillas se generaron hace 10, 20 o 30 años, continúa De León, “por lo que los que estamos generando ahora mismo los veremos también dentro de décadas, teniendo en cuenta que cada vez generamos más residuos”.
A pesar de todo el material que llega a las playas, suponen “solo la punta del iceberg”. El biólogo expone que el mayor porcentaje de los residuos que se vierten al mar se hunden, por lo que alrededor del 15% es la basura que flota.
La corriente
Todos esos pequeños fragmentos de plásticos que se observan en las playas, no son producidos localmente, sino que provienen del mar arrastrados por la corriente fría de Canarias - también tienen impactos en el clima -. Esta corriente nace en el Golfo de México, se desplaza por Europa y África, y finalmente baña las islas. De León pone de ejemplo las trampas de langosta que llegan al Archipiélago desde Estados Unidos. Las etiquetas de estas se pueden rastrear y permiten saber de forma indirecta cómo funcionan las corrientes y cuánto tardan estos residuos en llegar hasta las islas.
El efecto de estas corrientes son también la explicación de por qué llegan más residuos a unas playas que a otras. El biólogo apunta que no todas las playas se ven afectadas de la misma manera por la corriente de Canarias. Los residuos se acumulan principalmente en las playas orientadas hacia el este, como las del Archipiélago Chinijo. Además, la forma geográfica de algunas playas, como Playa Grande, facilita que las corrientes depositen residuos en su interior. Sin embargo, esta corriente no arrastra desechos de manera continua, sino que depende de si una masa flotante de residuos coincide con el paso de la corriente.
Riesgos y recomendaciones
De León también advierte sobre los peligros para la fauna marina y la salud humana. "Los microplásticos pueden actuar como balsas para contaminantes químicos que se adhieren a su superficie", señala, y destaca que muchos animales marinos los ingieren, acumulando toxinas. Asimismo, los microplásticos han sido detectados en el torrente sanguíneo de personas, aunque aún se desconoce el impacto real en la salud.
El problema de los microplásticos se trata de un reto a largo plazo que requiere de mayor prevención y conciencia global, asegura el biólogo. Por el momento, si se desea realizar una limpieza en las playas, De León recomienda que se utilicen guantes y herramientas como cernidores para filtrar la arena y el agua. Además, se aconseja evitar dañar a la fauna marina que pueda estar presente en la zona e intentar dejarla en un espacio donde pueda ser devuelto al agua sin problema tras ser arrastrado por las olas, como el dragón azul.