Las personas no son las únicas que saben disfrutar de un día soleado en la playa. A los perros también les encanta correr sobre la arena y darse un buen chapuzón cuando los termómetros señalan altas temperaturas. Actualmente en Canarias tan solo hay ocho playas que permiten el acceso a los animales de compañía y las multas por irrumpir en espacios que no lo permiten pueden ascender hasta los 3.000 euros dependiendo del municipio.
Además de tener en cuenta a qué playas pueden acceder nuestros amigos de cuatro patas, es importante conocer las recomendaciones de los profesionales para no poner en riesgo su salud.
Playas petfriendly
En Gran Canaria hay tres playas petfriendly: Los Cuervitos, Tres Peos, ambas en Agüimes y la Playa de Bocabarranco en Las Palmas de Gran Canaria, que no se debe confundir con la playa de igual nombre situada en Gáldar.
En Tenerife hay otras tres, en El Puertito de Güimar, la de El Callo o Las Bajas, en Arona y la de El Confital o Playa del Horno en Granadilla de Abona.
Por último en Lanzarote hay dos, la Playa de las Coloradas o El Afre, en Yaiza, y la Playa de la Guacimeta, en Playa Honda.
Recomendaciones para ir a la playa
Para que un perro no corra ningún peligro en la playa hay que tener en cuenta varios factores para protegerlo del sol y de otros problemas asociados al contacto con la arena y otros elementos presentes en el medio acuático. Alberto Montoya es catedrático doctor en veterinaria y asegura que "se les debe de dar los mismos cuidados que se le dan a los niños".
En primer lugar hay que entender que el sol no solo quema la piel de los humanos, también la de los perros. "Es un problema en los perros con piel y pelo claro, se pueden llegar a quemar". Sobre el uso de protector solar en animales, Montoya prefiere ser precavido, "ahora mismo hay mucha polémica con cremas solares incluído su uso en seres humanos por las composiciones químicas que pueden ser inapropiadas. Quizás habría que ser prudente porque la piel del perro no es igual que la nuestra. Hay que ser prudente sobre qué producto se usa, yo incluso no lo usaría. Al final eso hace que se pegue la arena y suciedad, es peor el remedio que la enfermedad", asegura el veterinario.
Cuidado con la arena
Si la playa a la que vas a ir con tu perro es de arena hay que tener en cuenta que, dependiendo de si la zona está húmeda o seca, va a quemar y que sus patas no cuentan con elementos de protección. Para evitar que sus almohadillas se quemen se debe aplicar un protector en cada pata especial para que no estén en contacto directo con la arena. "También hay que vigilar las heridas, porque al estar en contacto con la arena puede dificultar su cicatrización o incluso crear una infección", advierte Montoya.
Beber agua de manera regular evitará que le de un golpe de calor y además hay que vigilar que no tome agua del mar, que podría ocasionarle vómitos y diarreas. Montoya explica que "dependiendo de la actividad física se le puede ofrecer agua cada hora o cada hora y media porque la humedad hace que se deshidraten con una mayor facilidad".
Postcuidados
Después de un día de diversión en la playa toca el chequeo doméstico. Hay que revisar bien las orejas de nuestro amigo de cuatro patas para verificar que no le quede agua ni arena en el interior y evitar la aparición de otitis.
Posteriormente es indispensable quitarle la sal y la arena del cuerpo para protegerle la piel y el pelo. Con dar un baño de agua dulce es más que suficiente para dar por finalizado un día de diversión.
Beneficios
Ir a la playa tiene muchos beneficios para los perros. Entre ellos hay dos que podrían hacerte coger un par de toallas y pasar un día junto a tu mejor amigo si nunca lo has hecho antes. "Normalmente el agua les va bien si los perros presentan algún problema dérmico", explica el veterinario.
"Ellos también se divierten, se entretienen. A nosotros nos puede parecer que están bien en una casa todo el día y eso no es verdad, si están en libertad, están mejor. El animal se entretiene y se motiva en la playa, en el campo y cuando vayas a jugar con él. Ellos son dependientes de nuestro cariño. Todo lo que sea sacarlos, jugar con ellos y dedicarles tiempo, les hará felices", concluye Alberto Montoya.